Niños y jóvenes son las víctimas en 9 de cada 10 denuncias por abuso sexual

Casi el 90% de los sobrevivientes de violación tenían menos de 25 años de edad.

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En Honduras, los jóvenes y niños son representados desproporcionadamente entre las víctimas de actos de abuso sexual que reportan a las autoridades.

Según datos de la Secretaría de Seguridad sobre el número de denuncias recibidos por crímenes sexuales entre 2015 y 2017, más de la mitad de los sobrevivientes eran menores de 25 años de edad al momento de interponer la denuncia. La mayoría de los delitos se cometieron contra adolescentes de entre 13 a 17 años.

Los datos comprenden las denuncias policiales de acoso sexual, actos de lujuria, estupro, incesto, violación, tentativa de violación y pornografía. Estos datos demuestran la frecuencia de las denuncias por edad, género y tipo de delito. Sin embargo, a la par de los crímenes denunciados existe una “cifra negra”, desconocida pero probablemente alta, de crímenes sexuales que no se denuncian.

Según las denuncias, el crimen sexual que más afecta a los menores de edad fue los actos de lujuria. Un acto de lujuria consiste en conductas sexuales inapropiadas sin penetración, como ser besos o tocados sexuales, infligidos a un menor de edad o un adulto sin consentimiento del mismo.

Durante el periodo 2015-2018, la dirección de policía recibió 1,085 denuncias de actos de lujuria. De estas, el 40% se cometieron en contra de menores de 13 años. Un total de casi 80% de las víctimas tenían menos de 25 años.

La violación también fue denunciada con frecuencia, particularmente contra víctimas de entre 13 a 25 años. Los datos muestran que la dirección de policía recibió 1,971 denuncias de violación entre 2015 y 2018. Veintinueve por ciento se cometieron contra individuos de entre 18 y 25 años de edad, y otro 29% se cometieron contra adolescentes de 13 hasta 17 años. Cuando se suma, casi el 90% de los sobrevivientes de violación tenían menos de 25 años de edad.

Aunque muchas personas entre las edades de 26 y 47 denunciaron tentativa de violación, en general, el 58.2% de las víctimas de tentativa de violación tenían menos de 25 años.

En el caso de incesto, la dirección sólo recibió nueve denuncias durante el período de cuatro años; ocho de los nueve casos también tenían víctimas de menos de 25 años.



La abogada Diana Medina, directora del sector de Seguridad y Justicia de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ), dice que estas estadísticas reflejan la realidad conocida de crímenes sexuales en Honduras.

Según Medina, los y las jóvenes de menos de 30 años de edad son los más propensos a convertirse en víctimas de cualquier tipo de crimen violento, incluido el abuso sexual y el asesinato. De los datos manejados por Rescate, un programa de ASJ que brinda atención legal y psicológica a sobrevivientes de abuso sexual, en la mayoría de los casos de abuso sexual, las víctimas tienen entre 9 y 13 años.

Medina enfatiza, no obstante, que probablemente existe una cifra negra de la cantidad de víctimas más pequeñas.

“Los niños pequeños siempre son los más vulnerables,” dice Medina. “Estas cifras no consideran que los niños más pequeños son más fáciles de manipular y no pueden expresarse bien.”

Ella explica que es muy probable que más niños pequeños son abusados de lo que muestran los datos, porque no entienden el abuso o no pueden comunicarle a un adulto de confianza sobre lo que les está pasando. Su edad también les dificulta dar un testimonio de los hechos para un juicio.

Niñas y mujeres denuncian más el abuso sexual

Los datos también reportan el género de los sobrevivientes y muestran que las mujeres y las niñas fueron las víctimas con más frecuencia en los delitos denunciados de abuso sexual, con pocas excepciones.

Una excepción notable es en la categoría de violación. En el rango de edad de sobrevivientes menores de 13 años, el 57% de los sobrevivientes fueron niños y 43%, niñas.

Solo 20 casos de participación forzada en pornografía se denunciaron a la policía hondureña durante este periodo de cuatro años. De ellos, el 56% de los sobrevivientes eran niños y 44% eran niñas.

Debido a las limitaciones de los datos proporcionados, no está claro si los crímenes ocurren más contra varones o contra mujeres, o si solo están denunciados más por un género u otro. En cualquier caso, la gravedad del abuso sexual para ambos sexos es evidente.

La prevención: para que más niños no se conviertan en víctimas

La información es particularmente importante para las figuras de autoridad, incluidos los padres, maestros, médicos y otros que están en una posición de poder observar o denunciar los indicadores de abuso sexual. Los adultos deben ser conscientes de que tantos los niños y las niñas están en la etapa más vulnerables en relación al abuso sexual.

Debido a la vulnerabilidad de los niños, el programa Rescate, ha desarrollado una campaña de prevención del abuso sexual infantil para enseñar a las figuras de autoridad cómo identificar los señales que un niños o una jóven haya sido abusado, y sobre cómo responder.

La campaña también sugiere medidas de prevención que los padres y otros tutores pueden implementar con sus niños: por ejemplo, separar el espacio donde se duermen los padres del lugar donde duermen los niños, supervisar el uso del Internet por parte de los menores, y escuchar activamente a sus experiencias y problemas.

Medina advierte que mientras las estadísticas indican que los niños de entre nueve y 13 años de edad son los que sufren las mayores tasas de abuso, los esfuerzos para prevenir el abuso sexual infantil deben empezar a una edad mucho más temprana, con los niños más vulnerables.

“Los niños pequeños necesitan medidas de prevención, como enseñarles los partes del cuerpo y cuales secretos son apropiados,” dice ella.

Según la campaña, este tipo de capacitación empodera a los niños a identificar y responder bien a las situaciones de riesgo. Desde ahora, no existe una política gubernamental de prevención del abuso sexual infantil.

Cualquier persona que sospecha que un niño haya sido abusado, puede contactar al Módulo de Atención Integral Especializado (MAIE) del Ministerio Público.