Por dilapidar los recursos estatales, el ombudsman hondureño acusó al presidente Porfirio Lobo de conducir a Honduras hacia la anarquía.
Anticipó que el gobierno que surja de las elecciones generales de noviembre del 2013 recibirá el país “en una calamidad total porque uno de los peligros que tiene este Estado es ser insolvente hasta para pagar el sueldo a los empleados públicos”, dijo el Comisionado Nacional de Derechos Humanos, Ramón Custodio, en un comunicado enviado a Revistazo.
Recordó que “hace dos administraciones el país estaba en orden, pero ese orden se ha ido perdiendo por la falta de austeridad y, sobretodo, por la dilapidación fiscal a la que es sometido el país”.
“Malgastamos toda la deuda externa condonada y la hemos sustituido por una magnitud mayor de deuda pública interna, y parece que no nos damos cuenta”, señaló.
Con la ayuda del arzobispo de Tegucigalpa, cardenal Oscar Andrés Rodríguez, el ex presidente Ricardo Maduro (2002-2006) logró que la comunidad internacional perdonara a Honduras unos 4.500 millones de dólares que se acumularon por préstamos otorgados a la nación por más de 20 años.
Custodio sostuvo que “pareciera que para los gobernantes sólo fuera malo deberle al exterior y no es así porque la deuda pública interna es tan grave como la externa”.
Denunció asimismo que “si a lo anterior se le agrega que se sigue malgastando el dinero por poca austeridad y más bien por una dilapidación fiscal, el país se conduce al precipicio… y eso es peligroso”.
“Estamos dejando que los gobernantes sigan conduciendo a Honduras al precipicio de la anarquía”, reiteró el funcionario.
Custodio dijo observar “con preocupación” cómo Lobo sigue “regalando tanto bono y tanto subsidio en lugar de crear empresas para generar riqueza en el país” y que el mandatario “regale un dinero que la administración pública no dispone y, obviamente, ese dinero lo sacan de la deuda pública interna”.
Subrayó que Lobo queda bien así con unas cuantas familias, pero pone en peligro a la mayoría de los 8,2 millones de hondureños.
Precisó que “para aliviar la pobreza hay que producir, hay que trabajar y no enseñarle a la gente a ser haragana e irresponsable”, tras indicar que “lo que hay en el país es un ejemplo de mal gobierno y hacen falta voces críticas para cualquier otro gobierno que actúe con la irresponsabilidad con que lo hace el actual”.
Es común en el gobierno no referirse a las críticas que con frecuencia le hace Custodio.