La Familia Dalton exige a los victimarios del poeta pedir perdón a la sociedad y entregar su cadáver
Familia Dalton (*)
La familia del poeta e intelectual revolucionario Roque Dalton García está conmovida, pero no sorprendida, por los papeles desclasificados de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su traducción en inglés), de Estados Unidos, en los que se asegura que nuestro esposo y padre jamás fue uno de sus “agentes”.
La investigación del hecho ha corrido de parte del periodista Charles Lane, de The Washington Post, y publicada en español por la revista mexicana Letras Libres, en su edición de octubre de 2012.
Estamos conmovidos porque el ser “agente de la CIA” fue la acusación que le sirvió a la dirección del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) para ordenar su asesinato el 10 de mayo de 1975. Nuestro esposo y padre fue asesinado junto al dirigente obrero Armando Artiaga “Pancho”.
Las revelaciones no nos sorprenden porque siempre tuvimos la confianza que Roque Dalton García era un escritor e intelectual íntegro y honesto, de convicciones firmes como revolucionario y patriota, además de un hombre de gran humanismo.
Esas convicciones están reflejadas en su obra poética y en prosa, que hoy constituyen un legado cultural para El Salvador y para las letras iberoamericanas. Ningún canalla traidor ni antipatriota pudo haber escrito una monumental obra de vanguardia como la que hizo con inteligencia y gran corazón nuestro poeta mártir.
Es por eso que cada vez que se revelan detalles de la vida, obra intelectual y de del infame asesinato de Dalton, se pone a luz la inmensidad de su figura, y lo miserable que fueron y siguen siendo sus victimarios, así como sus protectores que los cubren de impunidad.
La impunidad en el asesinato de Roque Dalton García, confirmada con vergüenza por el actual Estado Salvadoreño, se puso en evidencia cuando el sistema de justicia ni siquiera investigó, en lo más mínimo, la causa presentada en los tribunales locales, antes de sobreseer a favor de los victimarios en enero del 2012.
Estas circunstancias colocan irremediablemente el caso de nuestro esposo y padre, en el mismo y elevado lugar de impunidad por el que atraviesa el magnicidio del Arzobispo Oscar Arnulfo Romero, así como la Masacre Jesuita de la UCA, entre otros horrores de antes y durante la guerra civil (1980-1992).
La familia de Roque Dalton, siguiendo su legado humanista y edificador de nuestra democracia, llama a la sociedad salvadoreña, especialmente a su intelectualidad, a luchar para vencer la impunidad que prevalece en todos los casos de violencia política, lo que se ha convertido en una retranca para una verdadera convivencia y reconciliación de nuestra patria.
Exigimos, entonces, la contribución del Estado para conocer toda la verdad en el caso del asesinato de Roque Dalton García y de Armando Artiaga; que se nos entreguen sus restos mortales y que sus victimarios sobreviviente: Edgar Alejandro Rivas Mira, Joaquín Villalobos y Jorge Meléndez, pidan perdón a la sociedad salvadoreña por el crimen que cometieron.
(*) Aída Cañas vda. de Dalton, Juan José Dalton, Jorge Dalton
San Salvador, 11 de octubre de 2012.