El candidato presidencial del Partido Anticorrupción, el periodista deportivo Salvador Nasralla, arremetió con dureza contra la intención de casi 100 de los 128 congresistas hondureño que buscan quedarse en sus cargos a través de las elecciones primarias a realizarse el 18 de noviembre de este año.
«Es un descaro que los mismos diputados que han pretendido vender el país en pedazos se atrevan a buscar la reelección», sostuvo Nasralla recientemente.
También se preguntó: «¿Cómo es posible que se atrevan (los diputados) a buscar la reelección, pese ha haber aprobado contratos leoninos de energía eléctrica y de obras infraestructura y cuyos negocios fracasaron por la denuncia oportuna de los medios de comunicación».
Nasralla acusó a los legisladores de observar una conducta de «domesticamiento espectalular» por obedecer con frecuencia las órdenes del presidente del Congreso, Juan Hernández, quien a su vez aspira a sustituir al mandatario Porfirio Lobo, de su mismo partido el Nacional.
«Ha quedado demostrado que los diputados no piensan por sí mismos sino que atienden exactamente la voluntad del jefe de bancada, que son los que mandan», añadió Nasralla.
Y afirmó tajantemente que » la conducta de los diputados es semejante a la de las mascotas, a las que uno les dice: baje la patita, y la bajan».
Pero aclaró que «a los diputados no les dicen que baje la patita sino que puyen el botón o no puyen el botón (de las mecanismo computarizado donde se verifican las votaciones del Congreso)».
Las críticas las hizo el precandidato del Partido Anticorrupción poco después que el Congreso aprobó un contrato por 1.200 millones de lempiras para rentar lanchas para serán usadas en la lucha contra el narcotráfico. La reunión se celebró a puertas cerradas por «razones de seguridad».
En agosto, Nasralla acusó a los congresistas de ser «tarúpido», es decir una combinación de tarados (locos o con problemas mentales) y estúpidos.