Por Candelario Reyes García
(Hondureño)
Que está allí, en el azahar de tu piel,
en el almíbar de tu aliento
y baja en la llovizna de tus cabellos
ataviando de magia todas las florestas.
¡Si todas las fragancias te hicieran vivir!
¿Insecto o humano infraganti?
¡Pudieras no tener segunda oportunidad!
En la vellosidad de la seducción
el punto exacto de la ebullición de las emociones,
un elixir,
una levitación,
mil nirvanas,
la eternidad de un segundo en su telaraña.
Espesura de la ansiedad gravitatoria.
Sentido del más primitivo cerebro
en que la luz nos vuelve al polvo,
respirándola.
Y nada te liberará del ímpetu de su insaciable retorno.