La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió que la discriminación laboral contra las mujeres embarazadas ha empeorado en los países de ingresos altos, medios y bajos a consecuencia de la crisis económica mundial.
La especialista en maternidad de la OIT, Laura Addati, señaló en Suiza que se ha observado en el contexto de la crisis económica internacional un aumento de las quejas de mujeres embarazadas o madres que sufren discriminación en el entorno laboral.
«Las mujeres embarazadas son especialmente vulnerables porque tienden a sufrir discriminación en el trabajo por la idea de que la maternidad es una carga. Pero lo cierto es que la protección de la maternidad produce enormes beneficios», aseguró Addati.
La situación ocurre a pesar de que unos 70 países han ratificado al menos una de las tres convenciones de la OIT relativas a la protección de la maternidad.
Con motivo del Día de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la OIT anunció haber descubierto casos de mujeres que han sufrido acoso o han sido despedidas después de queda embarazadas y de otras que han sido obligadas a firmar acuerdos en los que renuncian a su maternidad o son forzadas a realizarse pruebas de embarazo previo a su contratación.
También se han registrado situaciones en las que se niega a la mujer la baja de maternidad a la que tiene derecho.
La organización mencionó algunos casos concretos como el de Italia, donde al menos 800.000 mujeres trabajadoras aseguraron haber sido forzadas a renunciar a ser madres tras firmar un compromiso de tal tipo.
En el Reino Unido unas 22.000 mujeres dijeron haber sido víctima de situaciones desventajosas en su trabajo por estar embarazadas o tomarse la baja de maternidad.
En el caso de Honduras, la OIT mencionó el 22 de noviembre el caso de mujeres que trabajan en la limpieza y que son sometidas a pruebas de embarazo para ser contratadas o permanecer en sus puestos, mientras que en Estados Unidos se han pagado unos 150 millones de dólares por daños a embarazadas discriminadas en sus trabajos en la última década.
Asimismo, la OIT expresó su preocupación por las condiciones laborales de muchas gestantes expuestas a sustancias químicas que deben trabajar de noche o están de pie durante largas horas.
Por ello, la organización insistió en la necesidad de que los gobiernos, sindicatos y patronales extiendan la protección de la maternidad para garantizar la salud de las mujeres y sus bebés.
«La protección de la maternidad tiene un impacto significativo en el desarrollo global y beneficios para las empresas que mantienen a personal cualificado», recalcó Addati.