Por Roberto Casin
La labor de la prensa libre en América Latina se ha venido haciendo cada vez más azarosa en los últimos años no sólo por las amenazas de muerte que reciben a diario muchos periodistas sino también debido a los insultos de algunos presidentes y el permanente hostigamiento de parte de sus gobiernos que llega incluso al acoso judicial.
Según una declaración suscrita por la recién concluida asamblea general de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que terminó esta semana en Sao Paulo, Brasil, “la violencia contra la integridad física de los periodistas y la creciente intolerancia de gobiernos autoritarios constituyen los principales problemas que afronta la prensa independiente hoy en el continente”.
La SIP mencionó entre los países de la región donde existe mayor hostilidad con los periodistas a Venezuela, Ecuador, México, Honduras y Argentina, nación donde “»una serie de resoluciones gubernamentales, maniobras judiciales, declaraciones agraviantes y amedrentadoras de funcionarios públicos (…) configuran un escenario oscuro para el ejercicio del periodismo».
Entre esos casos se cita la guerra declarada por el gobierno de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández contra el mayor grupo de prensa del país, Clarín, a lo que se añaden las constantes denuncias de periodistas independientes a quienes no se da acceso a la información pública porque los ministros y secretarios de Estado tienen prohibido abrir sus puertas a diarios y canales de televisión que no son oficialistas.
Uno de los funcionarios de la SIP, el director del diario El Comercio de Lima, Francisco Miró Quesada, destacó que la hostilidad con la prensa libre se ha agravado no sólo en Venezuela, sino también en otros países latinoamericanos debido a la tendencia de que gobiernos electos democráticamente ejercen luego de una manera autoritaria el poder.
Además de los múltiples improperios proferidos en público por el presidente Hugo Chávez contra periodistas nacionales y extranjeros, la SIP ya había calificado de «flagrante atentado contra la libertad de prensa» las acciones del gobierno contra la cadena Globovisión, y en esta ocasión volvió a criticar al mandatario venezolano junto a los de Argentina y Ecuador por tratar de “silenciar” al periodismo independiente en sus respectivos países.
Durante la asamblea también se denunció que en los últimos seis meses 13 periodistas fueron asesinados en México, Honduras, Brasil y Ecuador “por el solo hecho de realizar su trabajo”, y al asumir como nuevo presidente de la SIP, el ecuatoriano Jaime Mantilla Anderson, director general del diario Hoy, subrayó que las libertades viven un “momento peligroso” en la región.
Mantilla incluso no pudo asistir a la reunión de Sao Paulo debido a la arremetida de ataques que en este momento enfrenta su periódico por parte del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, y en su discurso de aceptación al nombramiento reiteró desde Quito que “la prensa independiente en Ecuador continúa acosada por el gobierno”.
Entre los hechos más notorios del enfrentamiento del presidente ecuatoriano Rafael Correa con la prensa libre está su demanda contra los directores y el editor de opinión del diario El Universo, Emilio Palacio, que los habría obligado a cumplir tres años de prisión y a pagar $40 millones de dólares en concepto de daños por “difamación”.
También figuran la decisión del gobierno de Correa de dejar de poner publicidad oficial pagada en la prensa independiente (calificada de discriminatoria por la SIP), la prohibición de que sus ministros concedan entrevistas a un grupo de medios privados, y el cierre de medios de prensa críticos del presidente. (Apuntes desde Miami).