Una nota en un pizarrón colgada como cualquier pedazo de papel y una “extraña” firma sin sello, son los únicos garantes de la estabilidad laboral y respeto de los derechos de las y los trabajadores dela Exxon Móvil, dueña de Esso Standard Oil en Honduras y el resto de Centroamérica. La zozobra e incertidumbre sigue rodeando el caso de este grupo de empleados/as.
El pasado 28 de marzo pasado, la Puma Energy compró los activos de esta corporación y tres meses después, los empleados siguen sin recibir comunicación oficial a cerca de su situación laboral.
Las suspicacias
“Reconozco que estos son tiempos de cambio y de posible incertidumbre para ustedes y, aprovecho la oportunidad para confirmarles que los términos y condiciones actuales de su contratación permanecerán sin cambio, o en su defecto mantendrán un valor equivalente por lo menos 12 meses contados a partir de la fecha de cambio en el control de las operaciones”, dice una nota encontrada por las y los empleados en una pizarra de avisos de la compañía.
El escrito, en el cual aparece la firma de Pierre Eladari, presidente y director ejecutivo de Puma Energy, se sigue diciendo que, “Dichas condiciones aplican a los pagos de salarios y beneficios de los empleados actuales. Los años de servicios que tienen acreditados con Esso se mantendrán con Puma Energy”.
Para las y los denunciantes, aunque en el párrafo anterior se establece el respeto de su antigüedad y por consiguiente los derechos laborales acumulados, llama poderosamente la atención que se utiliza en el escrito la palabra “Esso” nombre con el que se conoce popularmente a la empresa. Sin embargo, en todas las facturas de pago, comunicaciones oficiales entre la empresa compradora y adquirida, así como los Boucher de pago, aparece el nombre de Automarket Límited, perteneciente a la Exxon Móvil.
Virgilio Antonio Montes, quién lleva año y medio laborando en la empresa, asegura que los trabajadores no han recibido comunicación oficial alguna y el hallazgos en la pared de esta nota les despierta muchas dudas.
La nota informal contiene en la parte superior el logo de Puma y al extremo derecho la fotografía del supuesto Presidente y Director Ejecutivo. Al píe de la página y sobre el nombre de Pierre Eladari, una firma que no genera confianza en los empleados, pues carece de sello y no se les ha entregado se forma oficial por sus jefes inmediatos ni superiores.
La situación preocupa a 2 mil 350 trabajadores de las estaciones de servicio Esso y los centros comerciales Esso On the Run, de todo el país, quienes ven amenazado su fuente de empleo, el reconocimiento de su antigüedad laboral y el pago de sus prestaciones sociales en caso de ser despedidos.
Los trabajadores de esta empresa laboran las veinticuatro horas en tres jornadas laborales, su salario es de 5,880 lempiras, equivalentes a trescientos cinco dólares estadounidenses. En la planilla existen empleados hasta con cinco años de antigüedad y al menos una mujer embarazada.
Procurando mantener su empleo o conseguir el pago de sus prestaciones, desde hace tres meses las y los trabajadores han solicitado la intervención de la Secretaría del Trabajo. A inicios del mes de abril, junto a un inspector del Trabajo, las y los trabajadores se reunieron con ejecutivos de la empresa. En esa oportunidad se les dijo que todo estaba en orden porque el proceso de compra de la empresa seguía su proceso normal.
Las y los empleados denuncian la situación y aunque ya están siguiendo un proceso formal de denuncia ante la Secretaría de Trabajo, aún insisten en pedirle a la empresa claridad en sus actos, la notificación oficial de la transacción, así como las condiciones laborales en las que se quedan.