El Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), institución creada como uno de los resultados de la huelga obrera de 1954 para transformar la vida de miles de trabajadores y sus familias que nunca habían tenido una atención médica adecuada, en los últimos años ha sido debilitado por la corrupción que se apodera de sus funcionarios y avanza como un virus mortal, sin más cura que la aplicación estricta de la ley.
La ambición desmedida de enriquecimiento ilícito que llegaron a tener los funcionarios de la última administración ha provocado precariedad en los servicios de salud que esta institución está en la obligación de prestar a sus afiliados.
Desabastecimiento de medicinas, carencia de material quirúrgico, falta de personal médico y de enfermería y el incumplimiento en el pago de incapacidades, son parte de las deficiencias que presenta el Seguro Social, en contraste con la mala actuación del ex director, Mario Zelaya y su junta directiva, quienes en confabulación con empresarios sobrevaloraron contratos de prestación de servicios y compra de equipo, entre otros, provocando así un enorme daño, que se ve reflejado en la atención prestada.
“Los doctores son atentos y las enfermeras muy entregadas, pero debería haber más personal, hay veces que una sola enfermera atiende de 3 a 5 niños, no hay pañales ni toallas y en ocasiones no hay ni jabón para
Delmy Jacqueline Medina |
lavarse las manos”, dijo Delmy Jacqueline Medina, cuando salía del hospital del Seguro Social del Barrio La Granja, de Comayagüela.
Ella es la madre de Milagros Valentina, una recién nacida que a finales de febrero, se recuperaba de una intervención quirúrgica en la Sala de Cuidados Intensivos del Seguro Social. Milagros Valentina nació el 22 de diciembre de 2013 en ese centro asistencia, y tras su alumbramiento, presentó problemas de obstrucción intestinal, situación que la llevó a ser intervenida en tres ocasiones.
La enfermedad obligó a Milagros Valentina permanecer varias semanas en el centro asistencial, tiempo en el cual empeoró su situación por la presencia de bacterias que adquirió por falta de higiene en las instalaciones.
“Agarró dos bacterias muy fuertes en sala de operación, son bacterias que tiene la sala, eso es lo que me han dicho los médicos. El 23 de diciembre que la operaron adquirió una bacteria y la última el 23 de enero”, lamentó Delmy, tras criticar que por falta de inventarios los derechohabientes se ven obligados a comprar los medicamentos que necesitan.
Ella ha tenido que comprar dos medicamentos, uno con valor de 1,200 lempiras y otro de 1,500. “Uno está pagando por un servicio, imagínese, yo tengo tres años de trabajar en una institución y hasta ahora estoy sirviéndome del seguro y no hay medicinas”, expresó esta madre, que ante los diagnósticos adversos, se muestra fuerte y preparada para cualquier situación que se le pueda presentar con su hija.
Crisis financiera impide contracción de enfermeras
La crisis financiera que los últimos años ha imperado en el Seguro Social como producto de la corrupción de sus funcionarios impide la contratación del personal médico y de enfermería que se requiere para la buena atención de los derechohabientes, informó Maritza Asunción Morazán, jefa de enfermeras del área de recién nacidos.
Maritza Morazan |
Sostuvo que la sala de recién nacidos solo cuenta con 5 de las 9 enfermeras profesionales que se requieren para atender a los niños que se encuentran en cuidados intensivos, cuidados intermedios y cuidados mínimos. Indicó que enfermeras auxiliares solo hay cuatro en toda la sala.
La jefa de enfermeras también se quejó de la falta de voluntad en las autoridades para ampliar el área donde ejerce su labor. “La sala está mal acondicionada por el espacio y la distribución. Cuando ingresó el doctor Mario Zelaya se derribó una pared para ampliarla y para ellos eso fue suficiente, solo hicieron eso”, afirmó.
¡Que miseria¡
María Francisca Gómez es auxiliar del departamento de lavandería del hospital del Seguro Social y es del criterio que no se justifica la mala atención que reciben los derechohabientes en este centro asistencial.
Para ella, es indignante que las autoridades del IHSS no tengan la capacidad para dotar a los trabajadores de los materiales que requieren para prestar un buen servicio.
“A veces ni detergente nos dan para lavar la ropa, la licenciada Maritza tiene que comprar cloro y detergente de la bolsa de ella para que nosotras podamos trabajar. Tenemos 18 meses de estar sin secadora y solo hay una lavadora porque teníamos dos, la otra se arruinó”, expresó María, tras confirmar que cuando un equipo se arruina en el hospital, es mejor olvidarse de
María Francisca Gómez |
él porque no es fácil que lo manden en a reparar.
En los últimos días la junta interventora del IHSS ha dado a conocer que crisis en esa institución es derivada del despilfarro que entre 2010 y 2013 provocaron sus autoridades, incluido el director, Mario Zelaya y la junta directiva, conformada por funcionarios del gobierno, centrales obreras y empresarios.