Las cinco áreas verdes con que cuenta la colonia El Hogar de Tegucigalpa, podrían pasar a la historia, luego que en asamblea de socios, la Cooperativa de Vivienda El Hogar limitada, acordara ponerlas en venta.
El proyecto que consta 400 viviendas, fue construido por FECOVIL, a inicios de la década de los setenta y cuenta con cinco predios, que de manera progresiva los pobladores cultivaron con variedad de árboles. Con el correr del tiempo, su vegetación se convirtió en el pulmón, no solo para los vecinos de esta comunidad, sino para el distrito central.
Las áreas en mención, cuyo valor estético y ambiental es incalculable, fueron declaradas comerciales en los años setenta, porque en ese momento la comunidad no contaba con las condiciones necesarias para cubrir la demanda de productos básicos. Sin embargo, ahora existen comodidades y no se justifica su venta, asegura Amanda Merino Moncada, vecina de la colonia y ex tesorera de la cooperativa.
“Estuvimos de acuerdo, porque en ese momento no existía centros comerciales, ha pasado el tiempo y ahora hay acceso para obtener los diferentes productos; tenemos el supermercado de Plaza Miraflores y en la entrada de la colonia hasta una gasolinera hay”, reiteró.
Merino Moncada dijo que los terrenos son áreas demasiado pequeñas que no reúnen condiciones para un centro comercial y que en su mayoría se encuentran encerrados por las viviendas. “Un negocio grande sería hasta contraproducente, porque las calles también son pequeñas y estaríamos hasta cercando la llegada a nuestras casas” afirmó.
Asimismo dijo que con la venta de las áreas verdes, además de los daños ambientales que se producirían, también se corre el riesgo de que sean vendidas, “a gente sin escrúpulos y nosotros queremos mantener el ambiente y nuestra seguridad”.
Informó que ésta no es la primera vez que se intenta vender las áreas verdes de la comunidad, pues en el año 2006 los vecinos tuvieron que consensuar la realización de una asamblea extraordinaria y tratar como punto único la venta de estos predios. En la reunión participaron 171 socios y socias y por mayoría determinaron no negociarlas. 129 personas votaron en contra de la venta y 42 a favor.
Por minoría poblacional deciden venderlas
Aunque se suponía que la determinación tomada en el año 2006 debía perdurar, el domingo 10 de abril en una asamblea donde solo llegaron 124 de los 350 socios, con 89 votos a favor y 35 en contra, acordaron vender las respectivas áreas verdes.
Amanda Merino Moncada |
“No se convoca a toda la sociedad; los estatutos dicen que somos asociados los que vivimos en la colonia. Las negociaciones no se están haciendo abiertamente sino de manera cerrada en la junta directiva”, enfatizó la ex tesorera de la Cooperativa de Vivienda.
Por su parte, el presidente actual de la Cooperativa, Cristóbal Zelaya, dijo a Revistazo.com que por las áreas verdes, la comunidad debe pagar a la municipalidad más de 16 mil lempiras al año en concepto de bienes inmuebles, que la cooperativa está en proceso de liquidación y que los socios ya no dan aportaciones.
Asimismo dijo que muchos de los socios son personas de la tercera edad, con enfermedades y necesidades económicas y que el dinero de la venta será repartido de manera equitativa.
La versión de Zelaya, fue desmentida por Merino, quien manifestó que en la asamblea habían informado que la deuda que se mantenía por impuesto de Bienes inmuebles llegaba a 16 mil lempiras, porque desde 2006 no realizaban los pagos. Asimismo dijo que las enfermedades no son justificación válida, porque la mayoría de socios son personas trabajadoras y que gozan de los beneficios del seguro social.
Presidente se equivoca y muestra documento en el que se especifica precio de áreas verdes
Un documento en poder del presidente de la cooperativa y que de manera errónea fue mostrado a Revistazo.com, señala que las áreas verdes junto a dos casas que fueron abandonadas por sus propietarios, sin llevar a cabo el pago de las cuotas correspondientes, estarían valoradas en 73 millones de lempiras. No obstante, al darse cuenta de su error, Zelaya dijo que esa valoración no era correcta y que el valor de los inmuebles alcanzaría la mitad de lo ahí señalado.
«Cuando se inició esta cooperativa, todos éramos claros que veníamos a un sistema cooperativista para obtener una vivienda; dentro de los principios se establece la neutralidad política y religiosa, buscar el bienestar social y económico de sus agremiados. El punto social lo obtuvimos con la vivienda y la parte económica es lo que queda de los bienes raíces que tiene que ser distribuido entre los asociados y entre los hijos de los asociados que ya murieron”, aseveró Zelaya.
Por su parte, Carlos Roberto Navarro Carrasco, vecino de la colonia y opositor al proceso de comercialización de las áreas verdes, es del criterio que los socios aprobaron la venta de los predios porque la junta directiva les ofreció dinero.
“A los asociados les han ofrecido cantidades de medio millón y 200 mil lempiras y también les han dicho que si no las venden, la alcaldía se va a apoderar de las áreas verdes”, indicó.
Cristóbal Zelaya |
Lamentó que los predios que tanto costó forestarlos, ahora estén destinados a desaparecer, solo porque existe un grupo de vecinos a quienes únicamente les interesa el dinero. “Yo participe en la asamblea y les dije que no estaba de acuerdo, pero en realidad no hubo oportunidad para los que estábamos en contra, ellos no les daba la palabra. Cristobal Zelaya, presidente de la cooperativa era quien determinaba quien hablaba o no”, detalló.
Indicó que la votación se dio de manera pública, que de los presentes 87 estuvieron de acuerdo con que se vendiera y 30 en contra. “Nosotros seguimos luchando, pero veo muy difícil echar atrás el proyecto de venta, porque muchos no ven más allá de sus narices. Ahí no había ni la mitad, porque somos 350 los socios”, manifestó.
Expresó que el proyecto fue casi un regalo para los vecinos, quienes consiguieron vivienda a precios módicos. No obstante, sin pensar en las futuras generaciones hacen todo el esfuerzo posible para vender las áreas verdes de la comunidad. Criticó que debido a que los predios son demasiado pequeños, los únicos negocios que se podrían establecer en ellos son las salas de masajes, cantinas o el establecimiento de comerciantes lavadores de dólares.
Navarro dijo que con el propósito de documentar el acuerdo tomado en la asamblea de 2006, de no vender las áreas verdes, solicitó a la junta directiva la certificación del punto de acta. Sin embargo, para ocultar la verdad, se notificaron de manera verbal, que ese era un documento secreto.
de acuerdo a las declaraciones de la ex tesorera de la cooperativa, existen muchas personas que por oponerse a la venta de las áreas verdes, no fueron convocadas a participar en la asamblea, por lo que anuncian la visita de los hogares, para recolectar firmar y pedir una nueva convocatoria a con propósitos de rebatir la determinación.
Cabe mencionar que esta no es la primera vez que se dan intentos de vender las áreas verdes de esta comunidad, antes de 2006, la periodista ambientalista, Dolores Valenzuela, denunció en la fiscalía del ministerio público el delito de usurpación de estos predios.
Aunque se trata de áreas reforestadas, la denuncia fue desestimada por las autoridades. “Resuelve desestimar la denuncia en perjuicio de los vecinos de la colonia del Hogar y se ordena que se proceda al archivo administrativo del caso”, señala la resolución de la fiscalía del ambiente.