La justicia hondureña ha condenado a José Santos Ramírez, el padre que violaba sistemáticamente a sus dos hijas de 7 y 10 años y maltrataba físicamente a su hijo de 9. El fallo, dictado por el Tribunal de Sentencias de San Pedro Sula, lo condena a 54 años de prisión por cuatro delitos: tres de violación especial y uno de maltrato.
Revistazo publicó el año pasado un reportaje sobre los horrores que sufrieron estos niños, a vista y paciencia de los vecinos de su comunidad, sobre la captura de Ramírez y de otros individuos que abusaron de los menores y sobre la rehabilitación de los niños.
Después de evacuar las pruebas que presentó la Fiscalía de la Niñez, donde cuentan los testimonios de los menores, la Sala Uno del Tribunal declaró culpable a Ramírez el pasado 9 de marzo y su condena la individualizó este miércoles 10 de mayo.
Ramírez, su mujer y sus cuatro hijos residían en la comunidad de El Anexo, en la aldea Dos Caminos, de Villanueva Cortés, pero por maltrato intrafamiliar su compañera de hogar, una mujer de aproximadamente 31 años que solo se identifica como Glenda, lo abandonó dejando con él a estos menores, que en nuestra publicación, “Rescatados del Infierno”, llamamos a la niña de 9 años Xiomara; a la de siete, Roxana; al varoncito de nueve, Marlon y al de tres, Manuelito.
Resulta, que al quedar solo con sus hijos, Ramírez obligó a Xiomara a hacerse cargo de todos los quehaceres de la casa y hasta a servirle de mujer. También violó a Roxana y maltrataba físicamente a Marlon. Solo Manuelito quedó exento de las aberraciones de su papá—pero igual ha sufrido daños psicológicos incalculables al ser testigo del abuso a sus hermanos.
Sufrimiento que ninguna niña debe tener que pasar
Cuando su mamá se fue de la casa, Xiomara solo tenía diez años y a esa edad asumió la responsabilidad de hacer la comida, lavar la ropa y asear la casa. Y a eso súmele las aberraciones sexuales de su papá. En su declaración ella dijo que “Recuerdo que cuando tenía nueve años mi papa me tocaba con [sus genitales] … yo estaba en la cama donde dormimos los cuatro”, expresó la niña.
“Siempre me hacía lo mismo y cuando yo no quería me tiraba al rincón, yo lloraba y él se ponía serio y se iba a acostar, después yo me hacia la dormida y él se iba a tocar a Roxana, entonces yo prendía la luz para que no la tocara y le decía que no le hiciera nada “, continuó narrando.
Dice que una noche cuando su hermanita Roxana tenía siete años, miró que su papá llegó a la cama donde estaba dormida, la jaló, la puso en el bordo y se estaba alistando para violarla, “entonces yo me levante ligero y le dije que la dejara, Roxana se despertó y mi papá se fue a dormir”. Para ella, su mami los abandonó porque ya estaba cansada de que su papá no las respetara.
Cabe mencionar que Santos Ramírez, padre biológico de Xiomara también le cobraba dinero a Francisco Román Herrera, conocido como “don Chico”, para que tuviera relaciones sexuales con ella. Francisco Roman, es el recluso que el pasado domingo 7 de mayo trató de escaparse vestido de mujer, del centro Penal de San Pedro Sula.
Otro dato importante es que durante el proceso de investigación y judicialización de este caso las autoridades y los niños en particular, recibieron el apoyo logístico y profesional del Proyecto Recate, de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ). Los niños fueron recuperados y se mantienen bajo la protección de un centro de atención menores.
Xiomara,Roxana y Manuelito se muestran muy alegres en el centro donde están internados. |