El aborto es ilegal en Honduras y conlleva penas de cárcel. Sin embargo, no es difícil interrumpir un embarazo. Las chicas saben cómo hacerlo a través de internet y el boca oído. En menos de diez minutos un adolescente hondureño puede tener acceso a toda la información necesaria para poder adquirir una de estas pastillas. El siguiente paso llamar a alguno de los celulares que los traficantes de la pastilla abortiva han puesto en la página web. “Las pastillas para el tratamiento cuestan 4,400 Lps. Se las podría entregar mañana mismo en Tegucigalpa”, afirma un supuesto médico que responde al nombre de Galel. Es caro pero rápido y sencillo.
El fármaco que ofrecen para abortar es un protector estomacal concebido para tratar úlceras de estómago y duodenales. Se llama Cytotec y lo fabrican los laboratorios Pfizer. No está concebido para interrumpir embarazos; sin embargo, su principio activo – misoprostol- tiene la facultad de provocar contracciones en el útero facilitando la expulsión del feto. Esta particularidad ha convertido a esta pastilla en uno de los métodos más usados en Honduras para poner fin a la gestación.
Escuche la llamada telefónica que
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“¿Quería saber qué riesgos tiene?”, pregunta la reportera de Revistazo a un doctor que responde al nombre de Franco y que es socio de Galel. “Bueno, eso se lo tendría que explicar en persona, pero el producto es 100% efectivo y no genera riesgos secundarios. Es rápido. No es agresivo y no genera ningún tipo de lesión”, afirma este facultativo tratando de convencer a la periodista. “Serían un total de ocho pastillas y el proceso dura menos de 24 horas”, sentencia la voz metálica al otro lado del hilo telefónico.
La realidad no se corresponde con la información que nos facilitan. El uso indebido de Cytotec puede producir fuertes hemorragias que pueden llevar a que la mujer se desangre, especialmente si se administran por vía vaginal o si se han tomado dosis muy altas.
“Exalumnas me han llamado diciéndome que han abortado después de usar estas pastillas y que no paran de sangrar. Las tuve que llevas de urgencias al hospital porque de lo contrario habrían muerto”, denuncia Ramón Madariaga, doctor del Colegio Pedro Nufio de la capital Hondureña. No son los únicos riesgos. Puede producir también efectos secundarios graves como arrítmias o depresión.
“La literatura del producto señala con toda claridad la contraindicación absoluta para usarlo en mujeres embarazadas y en mujeres que planean un embarazo, puesto que aumenta el tono uterino y las contracciones, lo cual puede causar la expulsión parcial o completa del producto de la concepción”, advierte a Revistazo el doctor Genaro Cuesta, Director Médico de Pfizer para Centroamérica y Caribe.
“¿Y puedo morirme?”, pregunta la periodista. “Nunca nadie se ha muerto por usar estas pastillas”, afirma Franco después de reírse por la pregunta. La pequeña Ivón tendría algo que objetar a esta afirmación. El 5 de marzo de 2006, en su octava semana de gestación, Ivón usó un total de seis de estas pastillas: tres por vía oral y tres por vía vaginal. Quería poner fin a un embarazo fruto de una violación. La niña tuvo que ser ingresada de emergencia en la maternidad Percy Boland de Bolivia debido a la fuerte hemorragia que casi le cuesta la vida.
El boom de esta pastilla como método para practicar abortos caseros ha hecho que el propio laboratorio farmacéutico que comercializa el fármaco haya advertido de los riesgos de su uso indebido. La empresa norteamericana G.D. Searle & Company, compañía farmacéutica del grupo Pfizer y que manufactura el Cytotec , ha enviado una alerta médica urgente advirtiendo de los peligros del uso del misoprostol (Cytotec) con fines abortivos. «Las graves complicaciones detectadas con el uso de Cytotec en mujeres embarazadas son: muerte materna o fetal; hiperestimulación uterina, ruptura o perforación del útero que requieren reparación quirúrgica, histerectomía o salpingoforectomía, embolia de líquido amniótico, hemorragia vaginal severa, retención de placenta, el shock bradicardia fetal y dolor pélvico.
“Como empresa fabricante preocupada por la salud, hacemos un llamado a las autoridades judiciales, del Colegio de Médicos y del Ministerio de Salud para que se tomen las medidas correctivas necesarias de forma que se respete la normativa vigente y se promuevan únicamente las indicaciones recomendadas por Pfizer y aprobadas por el Ministerio de Salud”, señala a Revistazo Federico Valerio, Director de Asuntos Corporativos de Pfizer para Centroamérica y Caribe.
“Más de una veintena de niñas han pasado por mi clínica para pedirme información sobre el uso de esta pastilla para poder practicar un aborto”, se lamenta el doctor Madariaga quién lleva 22 años como médico del Colegio Pedro Nufio. “Sospecho que muchas más han abortado y nunca pasaron por mi clínica. Tengo la certeza de que dos de ellas se practicaron el aborto porque me lo confirmaron y, porque a través de la prueba del ultrasonido pude comprobar los restos placentarios”, denuncia.
“Yo trato de concienciar a las alumnas para que no se practiquen abortos caseros. Las hablo de los riesgos de quedarse estériles de por vida;
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de que pueden morir debido a una hemorragia durante el proceso, y de que pueden acabar en presidio. Además, las trato de concienciar haciéndolas que escuchen el latido del corazón de su bebé”, apunta. De hecho, Madariaga se enorgullece al reconocer que el número de abortos ha disminuido en la Pedro Nufio desde que usa este peculiar método de persuasión con las alumnas; sin embargo, no todos los médicos usan la ética y su conciencia, otros miran más por el dinero aunque tratan de limpiar sus conciencias explicando los riesgos que se corren. “El tratamiento se puede utilizar sin seguimiento médico cuando no padezcas ninguna de las siguientes enfermedades: Anemia Severa, Problemas renales, Cardiaco, Pulmonares, Hepáticos, Cáncer, problemas vasculares, psiquiátricos o con desordenes de coagulación. Por ninguna razón debes usar drogas, alcohol, antidepresivos, ni medicamentos que regulen la presión arterial…”, se puede leer en la página web de los doctores Franco y Galel.
El Código PenalHONDURAS. Código Penal.Artículo 126. El aborto es la muerte de un ser humano en cualquier momento del embarazo o durante el parto. Quien intencionalmente cause un aborto será castigado: 1) Con tres (3) a seis (6) años de reclusión si la mujer lo hubiese consentido; 2) Con seis (6) a ocho (8) años de reclusión si el agente obra sin el consentimiento de la madre y sin emplear violencia o intimidación; y, 3) Con ocho (8) a diez (10) años de reclusión si el agente emplea violencia, intimidación o engaño. Artículo 127. Se impondrán las penas señaladas en el Artículo anterior y la de multa de quince mil (L. 15,000.00) a treinta mil Lempiras (L. 30,000.00) al médico que, abusando de su profesión, causa o coopera en el aborto. Las mismas sanciones se aplicarán a los practicantes de medicina, paramédicos, enfermeros, parteros o comadronas que cometan o participen en la comisión del aborto. Artículo 128. La mujer que produzca su aborto o consienta que otra persona se lo cause, será sancionada con reclusión de tres (3) a seis (6) años. Artículo 132. Quien por actos de violencia ocasiona el aborto sin el propósito de causarlo, constándole el estado de embarazo de la ofendida, será sancionado con reclusión de cuatro (4) a seis (6) años. hondureño establece que el aborto es un delito y prevé penas de cárcel de entre tres a 10 años así como sanciones económicas de entre 15.000 y 30.000 lempiras, tanto para las mujeres que se sometan a él voluntariamente como para los colaboradores necesarios. Se consideran agravantes el consentimiento por parte de la paciente; la violencia, intimidación o engaño por parte de los practicantes.
A pesar de los riesgos que conlleva abortar en Honduras, cada año el número de adolescentes que interrumpen de manera voluntaria su embarazo no hace más que incrementarse. Quizás es momento de preguntarse qué se está haciendo mal para que las adolescentes prefieran arriesgarse a enfrentarse a la muerte o a penas de cárcel antes que tener a sus bebés.