¿Descuido o falta de recursos? Lo cierto es que una carretera construida con un subsidio del Congreso Nacional, para beneficiar a varias comunidades del municipio de Azacualpa departamento de Santa Bárbara, no produjo los resultados que se esperaban, tras haberse deteriorado por la falta de mantenimiento.
Las comunidades de La Pita, Tintines, La Puerta y Los Amates, fueron beneficiadas con un subsidio de 200 mil lempiras destinados a la construcción de siete kilómetros de tramo carretero. Sin embargo, el descuido de los vecinos y autoridades, aunado a la carencia de recursos económicos, habrían sido elementos que influyeron para que la carretera se destruyera en menos de dos años y que nuevamente estas aldeas quedaran incomunicadas.
“El fondo no ajustaba para hacer todo, pero se construyó con una contraparte y en este momento esa carreta ya se volvió a arruinar y están prácticamente incomunicadas las comunidades. No se puede entrar a Los Amates, Tintines, La Puerta y La Pita”, expresó el alcalde Carlos Orlando Sandres.
Azacualpa es una comunidad muy pobre. El alcalde dijo a este medio que debido a la falta de recursos económicos en la municipalidad, la carretera no pudo ser atendida. “Ahí son suelos sueltos y necesita mantenimiento permanente, pero nosotros no estamos en condiciones de por falta de fondos. Yo tengo muchos problemas porque las transferencias son retrasadas y eso imposibilita hasta arreglar las calles del pueblo”. Adujo el edil.
De acuerdo al Decreto Legislativo 195/2006, el Congreso Nacional aprobó una partida presupuestaria de 427 millones 921 mil 922 lempiras con 85 centavos, destinados a la ejecución de obras sociales en los municipios de los 18 departamentos del país.
El caso de Azacualpa evidencia una vez más la improvisación con la que actúan las/los diputados del Congreso Nacional. En la emisión y entrega de subsidios se carece de un estudio de proyectos que priorice las necesidades de las comunidades a beneficiarse.
200 mil lempiras para la construcción de una carretera es una cantidad irrisoria que sólo evidencia el afán de hacer política vernácula con el dinero del pueblo. Las autoridades coinciden que el proyecto requería de un aporte mucho más grande para contar con una carretera de verdad.
“Sólo buscan el voto de las personas con las dádivas que le dan a uno”, dijeron los vecinos de la zona.
Al igual que estos fondos destinados para Azacualpa, lo demás proyectos fueron gestionados a través de la figura de subsidios. Los cheques emitidos por la Tesorería General de la Republica beneficiaron a Municipalidades y organizaciones no gubernamentales quienes tienen la responsabilidad de llevar a cabo o no las distintas obras sociales.
Los recursos manejados por las diferentes entidades, son fondos del pueblo hondureño, recaudado a través de impuestos y por los cuales debería haber rendición de cuentas.
No obstante, a pesar de la existencia de organizaciones contraloras y organismos que luchan contra la corrupción, en Honduras quienes manejan subsidios del Congreso Nacional se encuentran eximidos de todo tipo de control.