Transparencia Internacional, a través de su Capítulo Nacional en Honduras, la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), ha revelado la corrupción que ha perjudicado el sistema educativo nacional en los últimos años respecto a la compra de computadoras para escuelas y colegios del país, pues según este organismo no gubernamental, entre 2010 y 2013 el Estado adjudicó millonarios contratos por equipos sobrevalorados a empresas que también han sido señaladas de participar en el saqueo del Insituto Hondureño del Seguro Social (IHSS).
A lo anterior se suma que muchas computadoras no llegaron a su destino porque de forma misteriosa desaparecieron antes de ser entregadas a los centros educativos, una situación que mantiene a los estudiantes limitados en sus capacidades de aprendizaje. Tal situación sucede en la Escuela Normal Mixta, Pedro Nufio, de Tegucigalpa, donde el equipo de cómputo data del año 2008, con sistemas operativos desfasados y de bajo rendimiento, según explica el profesor decomputación, Enrique Rivera.
Son 29 computadoras Celeron (Celeron: tipo de procesador que fabrica Intel para las computadoras personales) que fueron donadas por Programa del Poder Ciudadano, en el gobierno de Manuel Zelaya y con este equipo reciben las clases. Las máquinas no son suficientes porque cada sección cuenta con 33 o 35 alumnos”, expresó Rivera, añadiendo que algunos estudiantes tienen que compartir equipo.
Computadora Intel Celeron donada por el programa Poder Ciudadano en el 2008. |
Además dijo que las computadoras no tienen capacidad para desarrollar programas de diseño gráfico como ser Photoshop e Ilustrador (Programas para diseñar del fabricante Adobe), entre otros. Esta versión también comparte Owen Josué Gonzales, un estudiante que por cuenta propia se ha capacitado en el manejo de programas de última tecnología.
Owen Josué Gonzales |
Para él, los estudiantes merecen la oportunidad de capacitarse mejor, pero califica de precarias las condiciones en que están obligados a recibir la clase de computación. Sobre todo, porque “las computadoras pueden servir para lo básico, pero no lo suficiente para adquirir los conocimientos que debe llevar alguien que va la Universidad a estudiar informática o programación”, indicó Gonzales.
Sostuvo, que en octubre pasado, junto a varios compañeros se les dio la oportunidad de competir en el concurso de innovaciones tecnológicas, “La Fábrica Smart”, una actividad desarrollada por la Fundación Tigo, con propósitos de que los estudiantes de secundaria dieran a conocer sus ideas de aplicaciones móviles en beneficio de la educación. Sin embargo, Gonzales y sus compañeros sintieron que la tecnología desactualizada disponible en su colegio los pusieron en condiciones desparajas ante otros jóvenes que participaban en la competencia.
Hicimos la aplicación, pero no pudimos ganar, yo soy autodidacta y he aprendido en mi computadora, pero mis compañeros que no tienen esa oportunidad tuvieron problemas para trabajar en las computadoras con programas avanzados”, indicó Gonzales.
Estuvimos estudiando todos los días y trabajando en la aplicación, la hicimos y a los profesores les pareció una buena idea, pero no pudimos ganar porque yo sí he aprendido porque soy autodidacta, pero mis compañeros tuvieron problemas para trabajar en las computadoras porque allá nos pusieron Unity 3D (Programa para crear juegos)”,dijo Owen Josué.
De 57 máquinas destinadas a la Normal Mixta, solo les dieron 26
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La investigación de la ASJ detalla que la Escuela Normal Mixta debió haber recibido dos laboratorios portátiles interactivos de la marca Sandhel, 57 laptops o computadoras portátiles y 3 carritos cargadores de la marca Earthwalk Smart Cart. Sin embargo, del Programa Ampliando Horizontes solo les entregaron 26 computadoras portátiles y un carrito, que fueron asignadas al laboratorio de física elemental. Del total, solo funcionan 22, a las cuales los estudiantes solo tienen acceso cuando hacen presentaciones.
Situación similar ocurrió en el Instituto Jesús Milla Selva, centro educativo que en el 2012 solo recibieron 25 computadoras portátiles, un carrito cargador, y una pizarra electrónica, situación que también obligaba a los estudiantes a recibir clases en computadoras antiguas.
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En el Milla Selva, se preparan profesionales de cuatro carreras técnicas que requieren conocimientos de computación: bachillerato en computación, finanzas, ciencias y humanidades, y administración de empresas. En tal sentido, el sub director, Alwin Espinal, asegura que el colegio debe contar con cuatro laboratorios de cómputo. “Pero solo tenemos dos”, indicó.
Sostuvo que a inicios de 2015 la Secretaría de Desarrollo Social les donó 30 computadoras de escritorio, que sirven para que reciban clases los alumnos de informática, “ y esto nos permite hacer trabajos avanzados, porque es de tecnología moderna, tecnología de punta”, dice Leonardo Josué Castro, estudiante de Bachillerato Técnico en Informática.
Castro es del criterio que ahora sí tienen la oportunidad de capacitarse de manera adecuada para poder desempeñarse en cualquier trabajo que se le presente. No obstante, lamenta que sus compañeros de las otras tres carreras no corran con la misma suerte, al estar adquiriendo conocimientos con equipos ya desfasados.
Leonardo Josué Castro |
Este estudiante tiene razón porque el resto sus compañeros continúan utilizando las máquinas entregadas en el 2008 por el Programa del Poder Ciudadano, una situación que también lamenta la maestra de informática, Ela Bonilla. Ella, imparte las clases de diseño gráfico y diseño web en la carrera de informática. Informó, que sus alumnos han participado en dos concursos de los cuales uno lo ganaron y otro lo perdieron porque el equipo con que contaban no era capaz para producir video.