“Por lo menos ya sabemos que no vamos a desaparecer”, dijo una oficial de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), refiriéndose a un leve fortalecimiento que ha comenzado a recibir esa rama de la Policía Nacional, que desde finales de 2011 venía siendo debilitada por la depuración policial, un proceso que para diversos sectores de la sociedad ha fracasado.
Desde finales del 2011 más de 200 investigadores con rangos de agentes, subinspectores, inspectores, subcomisarios y comisarios, fueron separados de la institución con el argumento de que habían reprobado la prueba del polígrafo. La mayoría de los afectados consideraron el despido como una acción perversa con propósitos de desaparecer la única institución capacitada para la investigación del crimen.
Al despido masivo también se agregó el traslado de 40 investigadores entre oficiales y agentes de la DNIC a la policía preventiva que a mediados de 2012 realizó el ex director de la policía Nacional, Juan Carlos “el Tigre” Bonilla. Nadie niega que la DNIC ha sido víctima de malas decisiones, pero a pesar de que hasta hoy los gobernantes solo le han procurado cambios cosméticos, al interior alientan la esperanza de que en los próximos meses se produzcan cambios importantes.
A pesar de que la policía de investigación es importante para la reducción de la impunidad y los altos índices de crimen que ubican en Honduras en los primeros lugares de violencia en el mundo, hasta hoy los gobernantes no han sido capaces ni de dotar a esta institución de las instalaciones adecuadas. Ante tal situación las distintas unidades de la DNIC siempre han estado separadas. Últimamente la Secretaría de Seguridad ubicó a una parte de la DNIC un edificio de la Colonia Kennedy; pero otro segmento se sitúa en la colonia La Cañada, mientras que las oficinas administrativas se encuentran en la aldea El Ocotal, donde antes funcionó la Academia Nacional de Policía (ANAPO).
“Deben perdonar el desorden. Nos mudamos hace un par de semanas pero está ubicación es solo temporal, al parecer nos quieren volver a trasladar a otro emplazamiento”, dijo a revistazo uno de los inspectores de la DNIC, en junio de 2013 cuando este medio visitó las instalaciones para conocer la caótica situación en que se encontraban. En ese momento se evidenció que los expedientes estaban amontonados en el suelo y amarrados con cuerdas de color azul y verde para impedir que se extraviaran los legajos contentivos de evidencias e indicios para inculpar a supuestos criminales. “Tenemos que tener a una persona siempre de guardia vigilando los archivos y los expedientes porque aquí puede entrar cualquier persona y llevárselos”, lamentó el policía quien pidió omitir su nombre porque en ese momento el Ministro de Seguridad, Arturo Corrales, les había prohibido hablar con la prensa. Tampoco contaban con escritorios ni computadoras.
(DNIC) en la antigua sede, en la Academia Nacional de Policía, situada en la aldea El Ocotal // Las mesas en las que trabajaban los investigadores se sostenian con ladrillos de hormigón. |
En los últimos años Honduras ha sido abatida por la criminalidad y ha habido momentos en que diariamente se registraron entre 20 y 25 asesinatos de personas. Sin embargo, la Unidad de Delitos Contra la Vida de la DNIC en Tegucigalpa, se ha mantenido con solo 35 investigadores que cubren todo el departamento. Fue hasta inicios de enero pasado, cuando las autoridades determinaron fortalecer esta sección y le asignaron 40 de los agentes, de los recién egresados del Centro de Instrucción Policial.
“También hay proyecciones de apoyo logístico”, informó, el sub-comisario Marcos Nahúm Andara, director de la unidad, quien además informó que la reasignación de personal ayudará a reducir la mora investigativa acumulada en los últimos años. Hasta diciembre pasado, cada investigador debía manejar entre 160 a 170 casos, cantidad que según él se reducirá con los nuevos investigadores.
Las computadoras no eran usadas porque las instalaciones eléctricas no eran las adecuadas y corrian el riesgo de dañarse, ahora ese problema ha sido superado como vemos en la foto de la derecha. |
Sostuvo que a pesar de que el nuevo personal no tiene experiencia en la investigación criminal en enero subió la cifra de casos remitidos al Ministerio Público. Durante 2014 el promedio mensual fue de 32 y 35 casos investigados, pero en enero subió a 45 “y esperamos que en febrero y marzo ya sea el doble de casos remitidos a la fiscalía”, indicó el oficial.
Para coordinarse mejor los investigadores asignados a la unidad de homicidios se han organizado en cinco grupos comandados cada uno por un oficial. El grupo de investigadores de muertes de impacto social, que son los cadáveres encontrados envueltos en sábanas o en sacos, está coordinado por tres oficiales.
Grupo de investigadores |
Cantidad de investigadores |
Suyapa y Flor del Campo | 5 |
Delitos comunes (Todo el departamento) | 40 |
Mujeres (Todo el departamento) | 12 |
Impacto social (Todo el departamento) | 12 |
Curaren ( solo el Municipio) | 4 |
Logística
El jefe de la unidad de homicidios, sostuvo que los investigadores jamás llegarán a tener todo lo que necesitan. Sin embargo, reconoce que es beneficioso que los hayan ubicado en un nuevo edificio, el presupuesto requerido para el mantenimiento de 8 vehículos y la compra de combustible.
Cabe mencionar que el archivo que antes se encontraba en el suelo y amarrado con cabuyas en esta unidad también ha mejorado. Hoy, a pesar de que la mueblería data de 20 años atrás, los expedientes han sido digitalizados y ordenados, tienen espacio suficiente y 4 oficiales que han sido designados para su manejo. Los investigadores retiran los expedientes activos por la mañana y los regresan en la tarde cuando termina la jornada laboral.
El archivo documenta homicidios individuales y múltiples (masacres). Solo en enero de 2015 registró 142 expedientes de homicidios individuales y múltiples. Las estadísticas no incluyen hechos de tentativa de homicidio.