Honduras, junto con Siria y México, es para Naciones Unidas y Reporteros Sin Fronteras, uno de los países más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo. Entre 2010 y lo que va de 2013, un total de 29 comunicadores han sido asesinados lo que convierte al periodismo en una profesión de alto riesgo. “Hay denuncias de intimidación, de amenazas de muerte lo que lleva a que los periodistas que tratan de diversos temas- sobre todo los relacionados con el narcotráfico y con el crimen organizado- sientan cierto temor a la hora de realizar su trabajo”, afirma a Revistazo Juan Ramón Mairena, Presidente del Colegio de Periodistas de Honduras.
Este organismo ha registrado, en los últimos tres años, 22 amenazas telefónicas y todas tienen relación con el crimen organizado. Pero para Mairena la violencia que vive Honduras no se está cebando con los periodistas más que con otros colectivos como los taxistas o los abogados. “La criminalidad es generalizada… La relación de periodistas muertos con la tasa de violencia del país es imperceptible. Además, de los 31 periodistas asesinados sólo Alfredo Villatoro estaba colegiado. Del resto… alguno ni siquiera era periodista”, comenta.
El periodismo y Honduras volvieron a la primera plana de la prensa internacional el pasado 24 de junio. Aníbal Barrow, director del programa ‘Anibal Barrow y nada más’ que se emite por Globo Tv, era secuestrado en San Pedro Sula. Restos de sangre en su coche, silencio y muchas preguntas sin respuesta. Desde ese momento las especulaciones sobre la desaparición del comunicador han corrido cómo la pólvora. Finalmente, el cuerpo sin vida de Barrow fue localizado el 9 de julio. “El asesinato de Barrow fue un claro mensaje a todos los periodistas de Honduras”, comenta Omar Calderón, Gerente del Instituto de Previsión Social de Periodistas. “Antes, en este país, los periodistas eran muy respetados y ese respeto se ha ido perdiendo”, se lamenta, Calderón.
Geovanny Domínguez. // Foto Antonio Pampliega |
En el caso de Barrow la policía, como en otros casos donde hay periodistas involucrados, guarda silencio. “No nos dicen las razones por las que matan o secuestran periodistas en Honduras y eso tiene un claro objetivo: amedrantar a los periodistas para que no hagamos nuestro trabajo”, afirma a Revistazo Geovanny Domínguez, redactor jefe del diario Tiempo. De los 31 informadores asesinados desde 2003, sólo se han resuelto cuatro casos. “Mientras nos tengan bajo ese miedo e incertidumbre no podremos trabajar con libertad”, se lamenta Domínguez, que admite que sus redactores se niegan a firmar las noticias por temor a posibles represalias contra ellos o contra sus familias. “Una sociedad mal informada no está viviendo en las mejores condiciones democráticas”, admite el redactor jefe del diario Tiempo.
Para Mairena, Honduras cuenta con un periodismo valiente que lucha contra la corrupción, contra los malos gobiernos contra el narcotráfico. “Es muy complicado hacer periodismo en este país, pero aún así se está haciendo un de manera constructiva”, comenta el presidente del colegio de periodistas. Aunque afirma que los periodistas llegan sólo hasta donde los dueños de los medios quieren y les dejan. “No existen los periodistas corruptos totalmente, hay malos profesionales pero no todos lo son”, añade.
Aún así, añade que el periodismo se ha convertido en un negocio para los que no son profesionales del periodismo. “El estado es el mayor aportador de publicidad en los medios de comunicación. Por eso hay periodistas que se dedican a denigrar y se compra su silencio con publicidad. Muchos no son periodistas, son delincuentes profesionales”, denuncia Mairena.
Sobornos y compra de voluntades
“No creo que haya compra de voluntades por parte de los políticos y funcionarios públicos a periodistas, y no creo que haya periodistas que se dediquen a extorsionar”, apunta Omar Calderón. “Si algún colega estuvo haciendo algo ilícito y lo pagó con su vida debe demostrarse que es así para que los demás podamos realizar nuestra profesión con mayor libertad”, pide Calderón a la policía para que trate de esclarecer los recientes asesinatos y secuestros a periodistas hondureños.
Pero a pesar de la negación de Calderón y de Juan Ramón Mairena sobre la compra de voluntades y sobornos, la duda sobre si esto podría ser uno de los motivos reales que están detrás de los ‘atentados’ contra la prensa planea sobre los informadores hondureños. “A mí me ofrecieron dinero, me levanté de la mesa y les dije que ya les llamaría y a día de hoy aún están esperando mi llamada”, afirma orgulloso Danilo Izaguirre director de un programa radiofónico en HRN, antiguo jefe de Relaciones Públicas de la Corte Suprema de Justicia y actual candidato al Congreso por el Partido Nacional, de Juan Orlando Hernández.
“Nadie puede negar que existen los sobornos a periodistas y sólo hace falta leer las informaciones para percibir el posicionamiento de un medio u otro”, señala Geovanny Domínguez que admite que en sus 15 años como profesional ha recibido ofertas de suculentos viajes a Asia y sobres con dinero. “Cuando aceptas un soborno te conviertes en defensor de quien te paga y, es posible, que la muerte de periodistas en Honduras pueda tener relación a esos sobornos”, asegura el informador. “Nunca acepté uno de esos sobres con dinero, se me caería la cara de vergüenza”, sentencia enérgico.
La poca profesionalidad y ética de algunos informadores, así como los bajos salarios—13,690 Lps. mensuales en los grandes medios—son, para Domínguez, otros de los motivos por los que los periodistas aceptan los sobornos. “Hay algunas fuentes que pagan incluso más que los propios medios”, denuncia sin ningún pudor. “Para un profesional de la información 14,000 lempiras mensuales es muy poco. Los dueños de los medios les dan a sus empleados algún que otro anuncio de publicidad para que puedan ganar más dinero, y entonces es aquí cuando el periodista se convierte en un comercial y deja de lado la información”, denuncia Mairena.
Lista de Amigos
Revistazo ha tenido acceso a una lista proveniente de la Secretaria de Salud que demostraría que los pagos a periodistas son una práctica habitual. En el archivo digital nombrado como ‘Relación de Amigos’ se encuentran 64 nombres de informadores hondureños que recibieron entre 3,000 y 330,000 Lps durante un periodo de tiempo en el que Arturo ‘Tuky’ Bendaña, fue ministro de salud (agosto 2010-septiembre 2011). Las propiedades del archivo digital indican que su autor es Moisés Torres, nombre que coincide con el Gerente Administrativo de la Secretaria de Salud durante la administración de Bendaña. Torres está acusado por el Ministerio Público por abuso de autoridad, fraude y violación de los deberes de los funcionarios.
Tanto Danilo Izaguirre como Geovany Domínguez negaron a Revistazo cualquier relación con esa lista o con Moisés Torres. Sin embargo, según la lista obtenida, Izaguirre, uno de los periodistas más respetados del país y que opta a diputado por el partido Nacional recibió, supuestamente, un monto de 310,000 Lps. Mientras que Domínguez habría cobrado, supuestamente, 65,000 lempiras. “No es la primera vez que dicen que aparece mi nombre en una lista como esta”, afirma un dubitativo Domínguez, cuando Revistazo le enseña una copia de la misma. Ambos admiten que el documento ‘podría’ ser verdadero pero matizan que sus nombres habrían sido incluidos con algún fin oscuro.
Las manos del redactor jefe de Tiempo tiemblan mientras ojea todos y cada uno de los nombres que aparecen en la lista que le entrega Revistazo. Se hace un incómodo silencio. El periodista está en fuera de juego. Pasan los minutos hasta que se rehace de la impresión. “No he recibido ningún dinero por parte de Moisés Torres y de la Secretaria de Salud”, se defiende. “Este tipo de pagos es normal entre los periodistas hondureños; algunos compañeros emprenden campañas contra funcionarios o políticos con el único fin de acabar recibiendo dinero para guardar silencio”, admite.
La reacción de Danilo Izaguirre, el segundo de la lista que más dinero recibió—supuestamente—no es tan diplomática como la de Domínguez. “Mi nombre no está en esa lista”, afirma el comunicador ojeando el papel y lanzándolo con desprecio contra los periodistas de Revistazo. Tras insistir que su nombre se encuentra en esa lista vuelve a releerla una segunda vez. Ha visto su nombre y se siente incómodo con la entrevista. Pasa al ataque. “Ya no le hablo como periodista, sino como abogado. Debe tener un documento con mi firma que acredite que yo haya recibido dinero por parte de la Secretaría de Salud” para proseguir con una defensa airada de su inocencia: “Mi palabra vale más que mi firma porque está me la pueden falsificar. Papelitos hablan… Yo en mi programa ataqué a la Secretaria de Salud. ¿Por qué me iban a pagar si les estaba criticando? Es ridículo”, sentencia Izaguirre.
“La fijación de Izaguirre en el tema de papeles firmados sobre pagos recibidos es interesante, ya que Revistazo nunca mencionó estos tipos de papeles. Sin embargo, posterior a esta conversación, se logra comprobar que efectivamente existen documentos oficiales que comprueban pagos de la Secretaría de Salud a periodistas.”
Continuará…
Lea mañana en Revistazo la lista completa. Conozca cómo se entra en ella. Cómo se producían los pagos. De dónde provendría el dinero y de otras instituciones que también estaría, supuestamente, ‘comprando’ a periodistas.