“Los problemas de disciplina y abuso de la fuerza han sido habituales en la Policía Nacional de Honduras” afirma la Red de Seguridad y Defensa de América Latina (RESDAL) en su último informe sobre el estado del sector de seguridad en Centroamérica.
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A pesar de este reconocimiento a nivel mundial, Honduras todavía sigue enfrentando una situación de escasa depuración policial y falta de coordinación entre las entidades encargadas de realizar este proceso.
Como señala el informe de RESDAL, la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP) fue creada hace dos años como institución descentralizada dentro de la Secretaría de Seguridad, pero al comenzar el 2014 la población hondureña todavía no tiene ni el comienzo de los resultados que se esperaban cuando esta institución fue formada.
En las últimas semanas, el Ministro de Seguridad ha anunciado el despido de 400 miembros de la policía, en adición 161 más de la Dirección Nacional de la Investigación Criminal. La Secretaría de Seguridad no ha publicado los nombres de los miembros de la carrera policial que han sido despidos, debilitando la verificación por la prensa y la sociedad civil de estos actos.
También quedan pendientes acciones penales contra policías de alto nivel por enriquecimiento ilícito o involucramiento con el crimen organizado, a pesar de la inversión de 60 millones de lempiras que ya ha invertido en la DIECP.
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