Las miserables condiciones en que viven unos 258 enfermos mentales del hospital psiquiátrico Santa Rosita le dan la razón a quienes opinan que las instituciones del Estado hace tiempos fueron convertidas en empresas de colocación de empleo para activistas de los partidos políticos.
El centro asistencial cuenta una partida presupuestaria de 132 millones de lempiras, pero un 80% de la asignación se gasta en el pago de salarios, según declaraciones de las mismas autoridades y de algunos trabajadores.
La situación se vuelve incongruente cuando nos encontramos con una institución que ha llegado a suspender la alimentación de los pacientes por la falta de materias primas, pero que en la planilla de empleados aparecen nombrados 24 cocineros con salarios superiores a los 14 mil lempiras mensuales.
Aparte de los cocineros, en la planilla también aparece el nombramiento de siete trabajadores de servicios de alimentos y 12 ayudantes de hospital.
Lo anterior contrasta con las actividades y número de personal que laboran en un lujoso hotel capitalino, donde diariamente 15 cocineros elaboran entre 1,500 y 1,700 platos sofisticados con diversidad de materias primas. La alimentación en los hospitales del país se basa en arroz blanco y frijoles, productos que no requieren de tratamientos especiales.
A esto se suma que los empleados de la cocina del hospital Santa Rosita tampoco elaboran las tortillas que allí se consumen.
La planilla contempla a 17 terapistas ocupacionales, 5 trabajadores sociales y 4 psicólogos; profesionales que si realizaran su trabajo en esta institución mantuvieran a los pacientes ocupados y sin tiempo libre para deambular de un lado a otro en los pasillos del centro asistencial, pidiendo limosna a los visitantes del hospital.
Por falta de programas de ocupación los pacientes caminan de un lado a otro durante el día. //Foto Niclas Hammarström |
Además, en la fórmula de empleados también aparecen 6 costureras, 10 trabajadores lavandería y 3 encargados de ropería, nombramientos que contrastan con la realidad de los pacientes, porque mientras unos andan desnudos, otros utilizan su propia ropa, vestimenta que después de varios días de utilizarla sin cambiarse, desprende una mezcla de malos olores, entre los que sobresalen el hedor a sudor y a orines.
Entre la realidad y los documentos oficiales existen incongruencias que las autoridades se han negado explicar, por un lado encontramos nombramientos supernumerarios, pero las salas carecen del personal requerido para que los pacientes recuperen la salud en un tiempo determinado.
No tenemos suficiente personal”, dijo a Revistazo el médico psiquiatra Mauricio Robelo, en una revelación que contrasta con la planilla oficial de empleados que mantiene la Secretaría de Salud Pública con asignación al hospital Santa Rosita.
Tratando conocer el fondo del asunto, en reiteradas ocasiones los reporteros de Revistazo visitaron las instalaciones del hospital, el director Marvin Macedo no se encontró y fue imposible obtener información de otro funcionario porque él, (Macedo) le prohibido al personal hablar con los medios de comunicación de temas relacionados con el centro asistencial.
Para eso tengo que estar yo porque nadie más está autorizado para hablar”, dijo el doctor Macedo en comunicación telefónica con Revistazo.
Ofreció que se comunicaría para concertar la entrevista pero no lo hizo, y tampoco respondió a las múltiples llamadas que desde la sala de redacción se le hicieron.
Revistazo obtuvo del portal de transparencia de la Secretaría de Salud Pública la planilla de empleados correspondiente al mes de enero de 2014. El documento registra un total de 287 empleados, que en su mayoría son trabajadores vinculados a servicios de mantenimiento y otras áreas que nada tienen que ver con la medicina. La nómina solo contempla 20 médicos, 7 generales y 13 especialistas que cubren los tres turnos de atención.
El hospital Santa Rosita, ubicado en el Valle de Amarateca, jurisdicción del Distrito Central, fue construido en 1966 para atender a pacientes tuberculosos en estado terminal, pero en 1976 las autoridades determinaron utilizarlo para albergar a los enfermos mentales crónicos procedentes del Hospital Psiquiátrico Mario Mendoza.
Entrada al hospital Santa Rosita. |
El centro asistencial presenta problemas de infraestructura, falta de medicinas y de alimentos y aunque su planilla de empleados es supernumeraria, sus instalaciones físicas no cuentan con suficiente personal. ¿Por qué será? reflexione usted.