La atención legal y sicológica, fomentar los valores y capacitar a jóvenes en riego social son algunas labores que realiza el Proyecto Gedeón de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ).
Con un enfoque de desarrollo integral de las comunidades, Gedeón organiza y atiende a cas 30 clubes de impacto juvenil, integrados por adolescentes de las zonas marginadas de distintas regiones de Honduras.
Gedeón es un nombre bíblico que significa guerrero, luchador o combatiente.
Sobre el tema, Revistazo habló con Liessy Sánchez, coordinadora de Impacto Juvenil de Gedeón:
Revistazo (R): ¿Qué motivó a la ASJ a crear Gedeón?
Liessy Sánchez (LS): La necesidad de una atención jurídica y psicológica, y por la poca accesibilidad de los pobres a los servicios profesionales. Gedeón inició con un consultorio jurídico-sicológico en julio de 2004 en tres colonias de Tegucigalpa: Villanueva, Flor del Campo y Nueva Suyapa.
R: ¿Cuáles son los resultados obtenidos hasta ahora?
LS: Mensualmente atendemos más de 33 casos, que es la meta que nos hemos propuesto. Y a veces hay más, y otras menos”.
R: ¿Cómo hacen para promover los servicios que prestan?
LS: Al inicio se realizaron actividades promocionales en las iglesias, y a través de los pastores se dio a conocer el proyecto. Después hubo comunicación con otras organizaciones y también con hojas volantes.
R: Hablan de un desarrollo integral, ¿qué actividades desarrollan además del consultorio?
LS: Trabajamos en la prevención mediante los clubes impacto en escuelas, colegios, centros de salud e iglesias con problemas de conducta, violencia doméstica, abuso sexual infantil, autoestima y aprendizaje, y apoyo educativo formal.
R: ¿En qué lugares operan las organizaciones de Impacto Juvenil?
LS: Se fundaron en el 2009 luego que observamos cómo muchísimos jóvenes con grandes necesidades deambulaban por las calles. Y ahora contamos con 27 clubes, nueve dirigidos por Gedeón, diez por la Asociación para el Servicio Mundial que también supervisamos, tres de la organización italiana RE.TE en San Pedro Sula y cinco de la Iglesia Cristiana Reformada en el sur del país.
R: ¿Qué grupo poblacional atienden?
LS: Hay tres comunidades en la capital, las cuales son Nueva Suyapa, Villanueva y Flor del Campo. En San Pedro Sula está El Ocotillo y en tres en Choluteca, San Lorenzo y Nacaome.
R: ¿Cómo determinan que un joven o grupo de jóvenes necesita atención?
LS: Trabajamos en el barrio que nos abre las puertas, entramos y capacitamos en las escuelas y colegios. Los mentores y promotores somos de las comunidades y conocemos las necesidades de los jóvenes. Algunos son vecinos o allegados y eso facilita entrar en contacto con ellos.
R: ¿Cómo los clasifican?
LS: Identificamos a los jóvenes que no estudian y que no son atendidos por sus padres, los que viven con sus abuelos, los que solo viven con uno de sus padres y los que no han tenido la oportunidad de desarrollarse a través de la educación formal o informal. Algunos, que no pertenecen a una mara o pandilla, consumen drogas.
R: ¿Capacitan a los beneficiarios para que obtengan un empleo?
LS: Realizamos talleres para ayudar a los muchachos con cuatro componentes: desarrollo de habilidades y comunitario, y formación espiritual y de valores. Además los respaldamos con becas para que estudien carreras técnicas. La formación en manualidades se lleva a cabo en el Instituto Nacional de Formación Profesional.
R: ¿Hasta donde piensan llegar con el proyecto?
LS: Hasta donde Dios nos lleve. Queremos un cambio real en las comunidades, aunque sabemos que eso no es fácil, pero deseamos que los jóvenes que antes fueron estigmatizados se conviertan en líderes en donde viven.
La ASJ es una organización no gubernamental que trabaja intensamente por los más pobres de Honduras.