Condiciones austeras y abandono de los pacientes no “cuadra” con el alto número de personal que según la planilla trabajan en este hospital psiquiátrico.
El trastorno mental que les impide a los políticos y funcionarios públicos ver la salud de los hondureños como una prioridad, sería la causa principal de que un 60% del personal asignado al hospital psiquiátrico Santa Rosita, esté dedicado a labores de mantenimiento, cocina y otras áreas generales y no a la rehabilitación de los pacientes.
De acuerdo a la planilla de empleados de la Secretaría de Salud Pública, en este centro asistencial trabajan 283 personas, es un hospital creado para la atención de enfermedades mentales, pero la institución solo cuenta con 14 son médicos especialistas, 4 psicólogos, 17 terapistas ocupacionales y 6 trabajadores sociales. Sin embargo, hay 24 cocineros y 23 guardias de seguridad, que juntos, superan la cantidad de profesionales especializados en salud mental.
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La cantidad de médicos especialistas, psicólogos, terapistas ocupacionales y trabajadores sociales, que debería ser el rubro de mayor importancia por tratarse de personal capacitado para la atención de la salud mental, apenas llega al 14.26% del total de trabajadores. No obstante, los guardias y los cocineros superan la cifra y alcanzan el 17%.
Cabe reconocer, que el centro asistencial cuenta con 101 enfermeras, una cantidad apropiada, porque nadie desconoce que son la mujeres de blanco, quienes mayor atención le dan a los pacientes. El resto de personal son carpinteros, albañiles, conserjes, motoristas y otros puestos que no determinan sus tareas, como por ejemplo; ayudante de hospital y trabajador de servicios de alimentos.
INFOGRAFIA
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Más empleados que pacientes
Según el departamento de estadísticas el hospital tiene 258 pacientes internos, una cantidad inferior a los 283 de empleados que registra la planilla. Dicho en otras palabras, hay una relación de 1,09 empleados por paciente.
Cualquiera que lee la nota pensaría que todo está bien porque de esa manera los pacientes están muy bien atendidos. Sin embargo, basta con asomarse al portón principal para darse cuenta de las pésimas condiciones en que el Estado pretende recuperar la salud de los hondureños que sufren de trastorno mental.
El hospital funciona en un edificio de arcaica construcción, divido en galeras como si se tratara de una granja de pollos. Allí permanecen los pacientes, encerrados como en una prisión, deambulando de un extremo a otro y reflejando en sus rostros el sufrimiento de la soledad que maniobra sus pensamientos y del abandono de la sociedad y del Estado indolentes.
¿Dónde están los terapistas? |
Las imagenes son evidentes, mientras los pacientes no hacen nada para recuperar su salud mental, el personal del hospital brilla por su ausencia. Fotos // NICLAS HAMMARSTRÖM. Website: SvD |
Hay pacientes que provocados por su enfermedad se desnudan y así permanecen, mientras que otros secan en sus cuerpos las ropas donde se defecan y orinan. El centro asistencial mantiene en su planilla a 12 personas del área de lavandería, 6 costureras, 3 encargadas de ropería y12 ayudantes de hospital. ¿Qué hacen?.
¿Y las lavanderas y costureras? |
Sus ropas sucias muestran que el personal de lavanderia y roperia no atiende las necesidades de los pacientes. Fotos // NICLAS HAMMARSTRÖM. Website: SvD |
El doctor Mauricio Robelo dijo recientemente que el hospital Santa Rosita lo habían convertido en una especie de agencia de colocación de empleo, pero a la vez expresó que hacía falta personal. Entonces, ¿Qué está pasando?
De acuerdo a la Secretaría de Salud Pública, en este hospital, de tan solo 258 pacientes internos, laboran 17 terapistas ocupacionales. Sin embargo, hasta hoy nadie ha explicado, porque los pacientes deambulan de un lugar a otro en vez de realizar las actividades que les permitan desarrollar las habilidades necesarias para satisfacer sus vidas.
Tampoco se justifica que el hospital Santa Rosita, donde la cantidad de internos es tan reducida y la alimentación que sirven es demasiado sencilla, como los espaguetis que comían los pacientes en momentos en que los reporteros de Revistazo realizaban labores periodísticas al interior del centro asistencial, haya tanto cocinero, como si se tratara de un hotel de los más caros y lujosos de la capital.
Botadero
Datos del departamento de estadistas indican que en las salas de pacientes crónicos hombres y mujeres, hay 132 personas internas que en un 90% están listas para ser dados de baja. Sin embargo, están abandonados por sus familiares y esa situación les impide reinsertarse en la sociedad.
En el Santa Rosita hay personas que llegaron hace 30 años cuando todavía eran jóvenes , allí envejecieron y en ese lugar también morirán y serán enterrados, el hospital mantiene un predio autorizado como cementerio. La mayoría de los pacientes provienen de familias muy pobres, oriundas de pueblos lejanos. Y “no los podemos echar a la calle”, dijo el psiquiatra Robelo.
Con el escaso personal especializado el centro asistencial cubre 24 horas de atención en seis unidades donde se encuentran internos los enfermos de alcoholismo, epilepsia, esquizofrenia, drogadicción, trastorno psicótico agudo y depresión. No obstante, la falta de salubridad en las instalaciones obliga a los pacientes a permanecer en condiciones poco sanitarias y pestilentes. Es decir, este hospital requiere atención de cuidados intensivos.