La Alianza Cristiana para el Diálogo y la Reconciliación reunió el 30 y 31 de agosto a más de un centenar de líderes de organizaciones que trabajan con grupos juveniles en un esfuerzo por frenar y prevenir la violencia que agobia a Honduras.
Al taller, realizado en un centro de capacitación de Siguatepeque, acudieron representantes de organizaciones de la Sociedad Civil, iglesias y grupos juveniles de distintas regiones para compartir experiencias en torno al tema.
Siguatepeque está a unos 150 kilómetros al norte de Tegucigalpa.
La coordinadora del Proyecto Gedeón de la Asociación para Sociedad Más Justa, Miriam Mondragón, dijo que para este año se han priorizado las medidas tendientes a prevenir la violencia nacional.
Aseguró que la lucha es dura y se libra con el apoyo de numerosas organizaciones que están dispuestas a erradicar el crimen organizado que usa a los jóvenes para cometer el mal.
“Se trata de quien llega primero. Queremos llegar al joven que vive en casas con pisos de tierra, el que usa drogas y el que está en riesgo de caer en la criminalidad””, expresó.
Silvia Golde, representante de la organización sin fines de lucro Unión Bíblica, dijo que su institución también promociona los valores morales en los niños y adolescentes.
Su tarea se enfoca en las escuelas y colegios de ocho departamentos hondureños.
Criticó el hecho de que la ciudadanía y las autoridades consideran que la violencia se deriva sólo de las maras o pandillas, o de actos vinculados al uso de armas de fuego.
“Pero la violencia cultural y estructural las miramos como algo normal”, enfatizó Golde.
Informó que en su labor con niños y jóvenes trata de orientar sobre la violencia estructural que tiene arraigo en las instituciones del Estado.
Por su parte, Nadia Medina, del Movimiento de Jóvenes Hondureños, afirmó haber desarrollado 110 diálogos con niños y adolecentes de las colonias más vulnerables de las ciudades de Tegucigalpa, San Pedro Sula, La Ceiba y El Progreso, en los que escucha los problemas y necesidades de los participantes.
Todas las situaciones analizadas en el entrenamiento fueron sistematizadas para entregarlas después al gobierno con el propósito de que ejecute políticas públicas que ayuden a la juventud de Honduras.
Medina sostuvo que su organización se ha reunido con el ministro de la Juventud, Marco Antonio Midence, para plantearle la necesidad de regular los programas de violencia que se transmiten por los medios nacionales de comunicación, particularmente la televisión, pero que hasta ahora no ha habido una reacción definitiva al respecto.