En audiencia de juicio oral y público celebrada el martes 5 de noviembre, el Tribunal de Sentencia de Tegucigalpa, por unanimidad de votos, ha declarado culpable por el delito de asesinato en perjuicio de Gustavo Alfredo Landaverde, a Marvin Noel Andino Mascareño.
El Código Procesal Penal contempla penas de 20 a 30 años de reclusión contra quienes sean hallados culpables del delito de asesinato.
Landaverde, quien se había desempeñado como Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Lucha contra el Narcotráfico, fue acribillado la mañana del 7 de diciembre de 2011, cuando circulaba en su vehículo por la intersección de las colonias 21 de Octubre y San Miguel, de Tegucigalpa.
Días antes de su muerte Landaverde había revelado que miembros de organismos de seguridad del Estado eran los autores intelectuales del asesinato del titular de la Dirección de lucha Contra el Narcotráfico, Julián Arístides Gonzales, crimen ocurrido en diciembre de 2009.
Tras probar que Andino Mascareño se conducía como pasajero en una motocicleta y que con un arma de fuego calibre 9 milímetros disparó en ocho ocasiones contra el vehículo en que se transportaban Alfredo Landaverde y su esposa Hilda Caldera y que de esos disparos, tres impactaron en el cuerpo de Landaverde provocándole la muerte, el Ministerio Público ha solicitado que el Tribunal de Sentencia condene al imputado a la pena máxima por el delito de asesinato a título de autor directo.
Desde el 7 se septiembre de 2012 cuando un juez penal de la sección judicial de Tegucigalpa dictó auto de prisión preventiva en su contra, Andino Mascareño se encuentra recluido en Penitenciaría Nacional de Támara y para individualizar su condena el Tribunal de Sentencia ha señalado una audiencia para el jueves 5 de diciembre a la 1:30 de la tarde.
Las pruebas
Para probar la culpabilidad de Andino Mascareño el Ministerio Público presentó el acta de inspecciones oculares, el levantamiento de indicios, levantamiento de cadáver, autopsia y dictamen balístico. Además probó que fueron parientes de Marvin Noel quienes contactaron a un detective de la Policía para avisarle que habían asesinado a una persona importante.
La Fiscalía concluyó que sin la las declaraciones de los testigos hubiera sido difícil identificar a Andino Mascareño, como el autor material del asesinato de Alfredo Landaverde.
Para deslegitimar las pruebas la defensa alegó que habían contradicciones en el juicio. Argumentó que uno de los testigos aseguró que quienes se conducían en la motocicleta, huyeron rumbo al bulevar Los Próceres, pero que otro dijo que se habían dirigido a la salida a Valle de Ángeles. La defensa también cuestionó que las características físicas descritas por los testigos no corresponden a las de Marvin Noel. Trató de probar que su representado estaba en Oropolí el día del asesinato, pero tampoco tuvo resultados favorables.
Por su parte Marvin Noel se limitó a decir: “me declaro inocente, no soy culpable, no sé por qué me involucran en este caso porque no tengo nada que ver”.
El Fallo
“Por unanimidad de votos este Tribunal resuelve declarar culpable al señor Marvin Noel Andino Mascareño del delito de asesinato en perjuicio de Gustavo Alfredo Landaverde, cuya pena oscila entre 20 a 30 años de reclusión”, resolvió el Tribunal, tras considerar que de acuerdo de los medios de prueba evacuados, se logró establecer que fue él, quien disparó contra la humanidad de Alfredo Landaverde y le produjo la muerte inmediata.
“Después de dos años hemos llegado a este momento, se ganó una batalla, no la guerra, pero dejare que la fiscalía actúe”, expresó Hilda Caldera, esposa del extinto, Alfredo Landaverde, quien considera haber logrado hasta hoy una justicia a medias. Las autoridades todavía no determinan quien ordenó que mataran a su esposo.
Justicia a medias
Luego de haber dado a conocer sus conclusiones el Tribunal permitió que la viuda de Landaverde le diera lectura a una carta escrita por su hija, que entre otras cosas manifiesta lo siguiente: “Nada en este mundo puede devolverle la vida a mi papá, ni hay consuelo humano, pero considero necesario, la aplicación de la justicia a la persona que decidió quitarle la vida a otro ser humano, dejando una viuda, hijas sin su padre, familiares y amigos dolientes. El no solo decidió asesinar a mi padre, al mismo tiempo nos hizo un daño enorme a todos sus seres queridos y le quitó un hombre pensante y honesto a Honduras.
“Nosotros no queremos venganza, ni más sangre, yo quiero justicia. Como mi mamá y yo, hay muchos casos en Honduras de familias clamando por justicia por sus familias y seres queridos, y se ha perdido la fe en el sistema judicial, yo hoy digo, confió en ustedes! Habiendo pruebas suficientes, un historial e identificación por parte de los testigos…deben tomar la decisión pegada a la verdad y eludir dilatorias, silencio o librarse de responsabilidad”, continúa diciendo el texto leído por Caldera.