El tiempo ha demostrado que utilizar el nombre de los políticos y funcionarios de gobierno en la denominación de los centros educativos no es la mejor decisión. En Honduras se habla mucho de transparencia y rendición de cuentas, pero las escuelas, colegios y jardines de niños inmortalizan a algunos presidentes, diputados y alcaldes, cuestionados por corrupción y otros delitos.
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Ante tal situación, diversas comunidades plantean que los centros de enseñanza con nombres de personas cuestionadas deben cambiarse. Sin embargo, la existencia de líderes comunitarios cegados por la pasión política, impide realizar procesos para dignificar las escuelas, donde reciben el pan del saber los hijos de las familias más pobres de Honduras.
Pero los nombres no son pétreos
Autoridades de la Secretaría de Educación dijeron a Revistazo que si las comunidades consideran que el nombre que lleva su centro educativo no es el más apropiado, pueden solicitar su cambio debidamente justificado.
Según Mayra Dolores Castro, encargada de la Unidad de Asistencia Técnica, adscrita a la Secretaría General de la Secretaría de Educación, los nombres ya vienen consignados en la solicitud de apertura de los centros de enseñanza, supuestamente aceptados y reconocidos por las fuerzas vivas que conforman la comunidad (patronato, sociedad de padres de familia, junta de agua, etc.). “Otros son enviados por el señor Ministro”, dijo.
Sin embargo, aclaró que si la comunidad se reúne y levanta un acta justificando los motivos, se puede cambiar el nombre de cualquier centro educativo oficial. Indicó que la mayoría de solicitudes que hasta ahora han resuelto, fueron justificadas en la falta de colaboración por parte de los funcionarios y políticos que bautizaron con su nombre a determinado centro educativo, versión que confirma Dilsia Cantarero, maestra de Santa Rosa de Copán.
Si el nombre es bonito ¿por qué lo cambian?
El 26 de septiembre de 2007, la profesora Dilsia realizó las gestiones para cambiarle el nombre a una escuela que no contaba con las mínimas condiciones pedagógicas, tampoco tenía edificio propio—pero sí un enorme rótulo con el nombre de Carlos Roberto Flores.
Vea acuerdo 175-SE-08 (resolución de cambio de nombre al centro) |
Esa escuela se llamaba así, Carlos Roberto Flores, hicimos las gestiones con Lizzy (Mary Elizabeth Flores Flakes, hija de Carlos Roberto Flores), para que nos ayudara a construirla y como no nos ayudó, ahora la escuela la escuela se llama, Jorge Alberto Portillo”, dijo la profesora Dilsia.
En ese periodo, la hija del ex presidente Flores era diputada del Congreso Nacional y representando al Partido Liberal por el departamento de Francisco Morazán, ocupaba la vicepresidencia del Poder legislativo.
Jorge Alberto Portillo es el gerente de la Flor de Copán, una empresa dedicada a la producción de puros en Santa Rosa de Copan. Él consiguió la donación de un millón de lempiras y con ese dinero construyeron esta escuela, situada en la colonia Divina Providencia, de la Occidental, ciudad de Santa Rosa, explicó la maestra.
Sostuvo que para conseguir el cambio de nombre, se reunió con los padres de familia y juntos tomaron la determinación de hacer la solicitud, que finalmente resolvió la Secretaría de Educación mediante el acuerdo 175-SE-08.
Vea infografia: Pasos para cambiar el nombre a un centro educativo en Honduras
Autorizar el cambio de nombre de la escuela Carlos Roberto Flores, con domicilio en la colonia Divina providencia, del municipio de Santa Rosa, departamento de Copan por el nombre de ‘Jorge Alberto Portillo’, a partir del 1 de febrero de 2008”, indica el acuerdo 175-SE-08. emitido por la Secretaría de Educación, el 22 de enero de 2008.
“No, porque el licenciado es líder del Partido Nacional”
El artículo 6, inciso c, del Reglamento de Centros Educativos, indica que los centros de enseñanza están obligados a fomentar hábitos de patriotismo, convivencia y autoestima, entre otros. Sin embargo, existen escuelas, colegios y jardines de niños, que por llevar el nombre de personas cuestionadas, contradicen esa norma legal.
Descargar Reglamento de Centros Educativos
Ana Karina David |
Tal es el caso de la escuela Rafael Leonardo Callejas, situada en la colonia Smith 1 de Comayagüela, de la cual ya se ha hecho al menos un intento de cambiarle el nombre, según explicó su directora, la profesora, Ana Karina David. Para ella, ese centro educativo debería llevar el nombre de una persona honrada y destacada por sus aportes a la educación y la cultura.
La maestra dijo que intentando darle mejor imagen a la institución, hace algunos años le propuso a la comunidad hacer las gestiones a fin de cambiarle nombre, pero que los nacionalistas de la localidad se opusieron.
No, no, no, el nombre de la escuela no se cambia porque el licenciado Callejas es un líder del Partido Nacional”, dice que le manifestaron
Sostuvo que el señor Callejas no es un buen ejemplo para los niños que allí se educan, “porque la ley lo ha demostrado, en este momento está siendo juzgado en Estados Unidos”, indicó.
Contrastando la realidad, la profesora mantiene expuesto al público un mural de transparencia, donde lo primero que se ve, es el nombre de este ex presidente, señalado de innumerables casos de corrupción, sobreseídos en Honduras, sí, pero procesado actualmente en una corte de Los Estados Unidos.
VER OTROS EJEMPLOS DE: Centros con nombres de políticos y supuestos corruptos y narcos acusados por la justicia y señalados por el pueblo por sus actos irregulares.
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La encargada de la Unidad de Asistencia Técnica de la Secretaría General, dependiente de la Secretaría de Educación, explicó que el proceso para el cambio de nombre de un centro educativo oficial, debe iniciarse en la comunidad y seguir los siguientes cuatro pasos que a continuación le detallamos:
Pero ¿qué pueden hacer las comunidades?
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Ver infografia:
Pasos para cambiar el nombre a un centro educativo en Honduras
La sociedad de padres de familia o el patronato se reúne con las autoridades del centro educativo oficial y toma la decisión, que debe insertarse en un acta debidamente justificada donde se propone el cambio del nombre A por el de B.
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Presentar la solicitud ante la Dirección Distrital, que esta a su vez, ya revisada, analizada y dictaminada, mediante los documentos de Ley, emite el dictamen y envía el expediente de mérito a la Dirección Departamental de Educación de su jurisdicción.
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La Dirección Departamental de Educación de la jurisdicción respectiva, revisa, analiza, dictamina y resuelve si procede o no, la solicitud de cambio de nombre del centro educativo oficial.
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En caso de proceder, la Dirección Departamental, envía el expediente de mérito al nivel central, a la Secretaría General para que ésta emita el acuerdo de cambio del nombre del centro educativo referido.