Policías hondureños de investigación criminal tomaron la sede de la institución y se declararon en protesta contra la orden de suspensión de funciones emitida por la Secretaría de Seguridad aduciendo que nadie les ha comunicado la decisión.
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El miércoles la Dirección General de la PN suspendió a todos los empleados de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), institución encargada de la investigación de los homicidios, robo de vehículos, investigación de pandillas, la recolección de denuncias, levantamiento de cadáveres y registro de antecedentes penales.
El comunicado de prensa informaba que el motivo de la suspensión está relacionado con la realización de pruebas de confianza a los agentes en el contexto del controvertido y fallido proceso de depuración al que la policía hondureña esta siendo sometida desde hace más de un año.
Los empleados de la DNIC aún no conocen el proceso de la |
Pero los empleados de la DNIC nunca recibieron una notificación oficial sobre su suspensión sino que fueron informados por la prensa. Los agentes que se manifestaron en Tegucigalpa se sienten ofendidos por la situación de incertidumbre en la que se encuentran. Se negaron a dejar sus funciones y entregar las armas. “Nunca fuimos notificados, estamos en el limbo”, dice Oscar Suazo, erigido en portavoz del grupo de empleados de la DNIC más activo en la protesta.
Por su parte, los agentes de las sedes regionales sí entregaron sus armas y se retiraron de las instalaciones sin desarrollar protestas.
Según el portavoz, nadie se opone a las pruebas de confianza que anunciaba el comunicado pero exigen que las autoridades oficialicen el proceso.
Durante el desarrollo del plantón, los empleados exigían que las autoridades se pronunciaran sobre la situación y mostraban su molestia porque el comunicado indicaba que la suspensión se debía a la infiltración del crimen organizado en la DNIC. Reclamaban la presencia del General Juan Carlos Bonilla o del Ministro de Seguridad Arturo Corrales para entablar una negociación.
A media mañana el director de la DNIC, Comisionado Alex Villanueva se presentó frente a los empleados para aclarar la situación. Pero el funcionario no respondió ninguna de las preguntas hechas por los empleados que cuestionaban la manera en la que se está llevando a cabo el proceso.
La situación se volvió tensa cuando Villanueva pidió a los empleados que demostraran que son profesionales y no chusma. Entre gritos y abucheos se retiró. Los trabajadores exigieron su destitución.
Algunos investigadores ven la suspensión como una técnica de la Dirección Nacional de Policía Preventiva para obtener los datos sobre investigaciones que relacionan a algunos policías con delitos.
El inspector general de la PNC, Ramón Sabillón Pineda, se presentó en las instalaciones de la DNIC para hablar con los empleados pero debido a que la prensa se encontraba en el lugar y los empleados de la Secretaría de Seguridad no tienen permitido dar declaraciones a la prensa, decidió retirarse.
En un evidente acto de confusión administrativa, hasta el momento ningún empleado de la DNIC ha recibido una notificación oficial sobre su suspensión y las autoridades no han aclarado la manera en que se llevarán a cabo las pruebas de confianza, la delegación de las tareas que han quedado suspendidas en la Policía Preventiva y no se tiene claro sí la suspensión es una decisión firme.
El movimiento de la Secretaría de Seguridad y la Dirección de la Policial Nacional es tan solo el último de una serie de errores administrativos que han provocado el fracaso de la depuración de la policía hondureña, considerada una de las más corruptas del mundo.