No hay un plan del gobierno para administrar las pruebas, ni monitorear a las personas que se les ha aplicado |
INVEST-H compró 250 mil pruebas del COVID-19, sin kits de extracción que permita mostrar los resultados |
Limitada capacidad de los laboratorios no permite más de 500 pruebas al día |
El proceso de compra de pruebas de Reacción en Cadena de Polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) para la detección del Coronavirus en la población hondureña ha sido un tema de debate público, muchos coinciden que el Gobierno de Juan Orlando Hernández está haciendo muy poco y, que esto puede pasar factura, extendiendo más la cuarentena y la paralización de la economía. Expertos de la salud pública y médicos que se encuentran en la primera línea del combate a la pandemia, han venido exhortando la urgencia de incrementar las pruebas. Sin embargo, Honduras se mantiene en la cola en América Latina.
La Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), conformó un equipo de expertos en adquisiciones, investigadores, médicos nacionales y extranjeros para revisar la compra de 250 mil pruebas PCR que detectan el virus del COVID19. No solamente revisó el proceso de contratación, el precio y el mercado de proveedores, sino también, la calidad de las pruebas y los tiempos de entrega –haciendo público su informe.
La adquisición de las pruebas se hizo mediante orden de compra número 015-2020 del 4 de abril (54 días después de la declaración de emergencia), emitida a la empresa Bioneer Corporation. Se trata de la empresa más antigua de Corea del Sur en su ramo, misma que cuenta con patentes para prueba de otras enfermedades como Chinkungunya y Zika, entre otras.
Bioneer Corporation se comprometió a hacer la entrega de 100 mil pruebas iniciales entre el 10 y el 15 de abril, luego la segunda entrega de 100 mil pruebas fue efectiva el día 17 del mismo mes, y las últimas 50 mil pruebas arribaron a Honduras el 24 de abril; un tiempo de respuesta bastante rápido de entrega considerando la fecha de compra.
A continuación, Revistazo presenta un resumen de los hallazgos principales del informe.
Falta de planificación
Desde un inicio, el Gobierno no había visualizado la necesidad de adquirir pruebas, a pesar que desde enero de 2020, países como China, Taiwán y Corea del Sur, las estaban utilizando efectivamente como estrategia para contener la propagación.
Según el informe de ASJ, aun cuando el Estado decidió obtener pruebas, lo hizo sin el respaldo de un plan para aplicarlas. Al igual que en la compra de los 450 ventiladores mecánicos, Honduras no se sabe dónde irán a parar y quiénes las utilizarán. No hubo un equipo de virólogos, médicos o técnicos estatales que asesoraran a Secretaría de Salud (SESAL) e Inversión Estratégica de Honduras (INVEST-H) para que se compraran los test con los kits de extracción.
Compraron sin cotizar, pero acertaron en la calidad
El producto adquirido es la prueba AccuPower SARS CoV-2 Real-Time RT-PCR, pero de acuerdo a la investigación del equipo de ASJ, ni la SESAL o INVEST-H consignaron en la documentación un trabajo de análisis del mercado de proveedores de pruebas. Al final, se optó por la compañía coreana contactada a través de los socios extra-regionales del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Es de recordar que el banco regional había gestionado una donación previa de 26 mil pruebas PowerChekTM 2019-nCoV Real-time PCR para Honduras, adquiridos a la empresa Kogene Biotech, pero sin los kits de extracción necesarios para aplicar la prueba. Es decir, no se aprendió de la experiencia previa.
Cabe destacar que los test comprados a BioneerCorporation no están aprobados por la Agencia de Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA), pero sí ha sido certificados por la oficina Agencia Europea de Medicamentos (EMA), extremo que los expertos de ASJ que analizaron la calidad de las pruebas consideran que dan garantía de la calidad del insumo comprado por Honduras.
Se les olvidó comprar los hisopos y kits de extracción
Al igual que la donación incompleta del BCIE, Honduras compró las pruebas sin el componente de aplicación del test, conocidos como esputo, hisopo nasofaríngeo e hisopo orofaríngeo. La SESAL anunció que a finales de abril ya había comprado los hisopos para realizar las pruebas sin determinar el número; a ello se suma que Honduras contó con donaciones, como la de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la agencia de cooperación estadounidense USAID, quienes dieron al gobierno cerca de 15 mil kits de extracción.
Precios competitivos
El precio unitario de cada prueba es de 7.50 dólares estadounidense, haciendo un total de un millón, 875 mil dólares. Es decir, 46 millones 687 mil 500 Lempiras.
El equipo de expertos ASJ en los Estados Unidos de América, realizó cotizaciones a la misma empresa, comprobando que si esas mismas pruebas adquiridas por Honduras se le hubieran comprado a la división de Bioneer Corporation en los EUA y no en Corea del Sur (como se hizo), el precio habría sido de 14 dólares por prueba.
En cuanto a compañías estadounidenses y sus precios, los datos del sistema de salud pública de ese país norteamericano (Medicare), demuestran que el costo unitario de cada prueba ronda los 36 dólares, y las pruebas de casas comerciales del rubro tienen un valor aproximado de 52 dólares cada una, por lo que se concluye que el precio logrado por Honduras es favorable.
Pruebas “rápidas” versus pruebas PCR
Honduras cuenta con pruebas PCR y rápidos. La diferencia entre ambas es que las primeras son capaces de detectar material genético del virus en la prueba y su resultado podría estar en dos o tres horas; mientras que los test rápidos no son tan específicos, pues detectan únicamente anticuerpos del virus en la muestra del paciente, pero la ventaja es que el resultado podría estar listo en un mínimo de 10 a 15 minutos.
El sistema de salud debe analizar a fondo la capacidad que tienen los laboratorios puesto que el mismo gobierno ha asegurado que los resultados de las pruebas tardan cerca de 7 días en consignarse en los registros oficiales. Honduras presenta problemas para organizar la información de los laboratorios. El gradual incremento de pruebas obedece a que se incorporaron laboratorios privados para aplicar pruebas PCR; agregado a esto, la instalación de un laboratorio nacional de virología sólo para la zona norte que se prometió para principios de abril, ocurrió hasta los primeros días de mayo.
Otro inconveniente fue la coordinación con los laboratorios del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) que comenzaran a trabajar de manera independiente, es decir, separados de la SESAL, lo cual retrasaba hasta por 10 días los resultados de las pruebas.
Manejo de test y la pandemia a futuro
La cantidad de pruebas con las que Honduras cuenta hoy es considerable si se toma en cuenta que el mercado internacional está saturado y muy difícilmente el país podrá salir a hacer otra compra de estas cantidades en un futuro cercano.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que naciones como Honduras deben realizar controles de calidad y rendimiento de las pruebas que aplica para pensar en planes a futuro como nuevas compras y estrategias a aplicar. La SESAL, debe adoptar estas sugerencias para mejorar su gestión, así como, tener un sistema informático que permita monitorear a las personas que se le han hecho pruebas y aún no se le han entregado sus resultados. Se conoce que muchas personas a las cuales se les aplica las pruebas, no quedan en cuarentena, pudiendo movilizarse en diferentes lugares y estar en contacto con muchas personas. Sin duda, esto es un riesgo que Honduras no puede darse el lujo.