Unas 100 aseadoras que han laborado por años para la empresa de limpieza “Samakarbem”, podrían quedar en la calle y perder sus prestaciones laborales. La compañía se declaró en quiebra ante sus contratistas, pero oculta su situación a las humildes aseadoras.
Tegucigalpa, Honduras.– Samakarbem es una empresa que se dedica a realizar limpieza permanente en edificios, oficinas y casas. Fue fundada en el año 1991 como una Sociedad de Responsabilidad Limitada. En la actualidad presta sus servicios de higienización a la compañía de Telefonía Celular –Celtel- TIGO-, a la Asociación de Municipios de Honduras –AMHON- y al Banco Centroamericano de Integración Económica –BCIE-, entre otras.
Sin embargo, en el mes de junio del presente año, notificó a varios de sus contratantes, la suspensión de sus servicios.
“El motivo de esta nota es para notificarles que Servicios SAMAKARBEM S. de R. L., ha tomado la decisión de suspender los servicios de limpieza a partir del primero de Julio de los corrientes”, reza de forma literal la misiva enviada a uno de sus contratantes.
La nota aduce problemas financieros y que debido a ellos, la empresa tomó tal decisión. La citamos de forma textual. “Los motivos son muchas deudas que se nos hace difícil hacerle frente, sabemos que teníamos que comunicarles con anticipación dicha determinación, pero se nos fue imposible ya que tratamos por varios medios de pode solventar nuestros problemas pero no se pudo.
Lo que no queda claro para las mujeres que han laborado por décadas, es cómo Humberto Castillo, propietario de la empresa, hará frente a las obligaciones contractuales de la empresa, entre ellas el pago de las prestaciones laborales e incluso el pago del décimo cuarto mes de salario, mismo que hasta la fecha no ha cancelado a sus empleadas.
Aseadoras emiten pedido de auxilio ante inseguridad laboral
“Todavía hoy la administradora de la compañía nos estuvo diciendo que Samakarbem allí no existía”, dijo una de las aseadoras asignada al BCIE, en una entrevista a Revistazo.com y en la que afirmó que ellas conocen de manera informal la situación de la higienizadora, pero que oficialmente el propietario no ha notificado su nada.
En el BCIE, la Samakarbem tiene asignadas 48 mujeres. La mayoría tiene entre 8 y 13 años de laborar para la empresa, una situación que genera incertidumbre en el pago de sus prestaciones laborales.
“No nos muestra nada, ni nos dicen la verdad, nosotras hemos pensado en reunirnos todo el personal con la gente del banco y preguntarles cómo está la situación nuestra”, dijo otra de las denunciantes.
Las anomalías con esta empresa no son nuevas, de acuerdo al testimonio de las aseadoras, han vivido episodios que denuncian. “Hace poco, durante tres meses nos retuvo la hoja del seguro, no podíamos ir al seguro a consultas médicas. Incluso antes nos quitaba el RAP, pero al RAP no llegaba un cinco. Cuando descubrimos y nos quejamos, dejó de quitarnos el RAP”, afirmó otra empleada.
El RAP, es el Régimen de Aportaciones Privadas, una institución a la cual, las empresas están obligadas a trasladar una cuota patronal y una de los empleados, a fin de generarle a las y los trabajadores la oportunidad de acceder a préstamos para construcción o remodelación de viviendas.
“Gracias a Dios mis hijos están grandes, pero hay compañeras que tiene hijos pequeños que mantener, alquilan la casa y tiene otras deudas. Nadie trabaja por lujo, uno trabaja porque necesita y uno siempre tiene gastos, agua luz comida”, agregó.
Las empleadas aseveraron que la empresa les ha fallado con los plazos que establece la ley para pago de sus derechos y que solo por la presión de los funcionarios del BCIE, el propietario les ha cancelado sus derechos.
“Se ha retrasado hasta 4 ó 5 días en el pago mensual, pero los del banco siempre estaban pendientes y los llamaban y le pedían que hiciera el pago”, sostuvieron las aseadoras.
Propietario niega crisis financiera y quiebra de empresa a empleadas
Samakarben tiene sus oficinas en un edificio ubicado en el barrio Morazán de Tegucigalpa. El local carece de un rótulo que la identifique y en su interior sólo existe pequeño espacio con un escritorio y un estante con productos de limpieza.
Las trabajadoras sostuvieron una reunión con Humberto Valladares, en su condición de propietario, el día martes 6 de julio. En la misma estuvo presente Humberto Amador, abogado de la Asociación para una Sociedad Más Justa –ASJ- y Fidel Luke, Inspector de Trabajo.
Amador dijo a Revistazo.com que en todo momento, el propietario negó que la empresa estuviese en quiebra y que las trabajadoras continuaban siendo sus empleadas, con derecho a su respectivo salario y demás derechos laborales.
Pese a lo que Valladares afirma, la nota que envío a sus contratantes sostiene que, “Servicios SAMAKARBEM S. de R. L. ya comenzó a hacer las acciones legales ante el Instituto de la Propiedad haciendo la respectiva liquidación de la empresa ante el notario, Declarando en Quiebra la Empresa”.
Oficina de Samakarbem |
Sigue diciendo la nota, “nosotros con lo único que podemos cumplir con los empleados el día de hoy es con su salario ya que nuestros libros del banco se presentan en rojo y no podemos honrar todo lo que corresponde a sus empleados”.
Valladares finaliza diciendo, “Yo estoy a la disposición de presentarme ante ustedes para poder explicarles con más detalles nuestra situación y a la vez encontrar una salida para no quedarles mal hasta que ustedes puedan contratar una nueva empresa de limpieza”.
“Es una situación que no entendemos, la supervisora nos dijo, ustedes piensan que las casas y las cosas que él tienen se las van a quitar, como se las van a quitar si están a nombre de sus hijos. El dueño no nos dice nada y por eso pedimos que nos ayuden”, suplicaron las aseadoras.
La Secretaría de Trabajo ya está al tanto de la situación de las empleadas de esta compañía, quienes quisieron hacer pública su situación a fin de que se les preste ayuda y se evite que Samakarben no les cancele las prestaciones laborales que, de forma literal, se han ganado con el sudor de su frente.
Revistazo.com dará seguimiento al caso.