Aunque el Estado de Honduras es signatario de diversas convenciones internacionales de protección al medio ambiente, el Juzgado de Letras Penal de la sección Judicial de Talanga, Francisco Morazán, podría enviar a la cárcel a trece personas, entre miembros de la comunidad y del patronato de El Suyatal, jurisdicción del municipio de Cedros, Francisco Morazán, por oponerse a la tala del bosque en la zona.
Los miembros del patronato denunciaron ante la prensa, que el 15 de mayo de 2010, acompañados por los vecinos de la comunidad, acudieron a las oficinas del Ministerio Público para interponer la denuncia por la tala del bosque, sin embargo, la acusación se revirtió cuando las mismas autoridades en lugar de investigar los hechos denunciados, les acusó de obstaculizar el plan de manejo del bosque.
Los trece acusados, siete hombres y seis mujeres, enfrentan cargos por el delito de obstaculización de un plan de manejo del bosque, en perjuicio de Alberth Regino Matamoros Zavala.
El 8 de julio recién pasado, el Tribunal de Justicia concedió medidas sustitutivas de prisión preventiva a los 13 imputados. Sin embargo, no se asegura que en la audiencia del viernes, el juez determine su libertad.
El tribunal de justicia señaló una audiencia para el viernes 6 de agosto a las nueve de la mañana, para determinar si les concede medidas sustitutivas o los envía a prisión.
“Esperamos que las autoridades tomen conciencia de que la lucha que se está haciendo es para beneficio de nuestras comunidades”, expresó Claribel Raudales, una de las imputadas.
Raudales dijo que la montaña que protegen, alimenta de agua potable a todas las comunidades de la región. “Todos sabemos que el bosque es fuente de agua y el agua es fuente de vida y no la podemos dejarlo ir, porque sabemos el daño que ocasiona la deforestación. A nosotros nos cuentan nuestros Familiares como era antes el Suyatal, pero lo poco que nos queda lo vamos a defender a morir si es posible”, afirmó.
La dirigente comunitaria lamentó que quienes deberían estar al frente por la defensa de los recursos naturales, sean quienes se parcialicen a favor de los destructores. “Tenemos entendido que quien nos acusa es el Ministerio Público, personas que en lugar de apoyarnos, nos están acusando” sostuvo.
Respaldo comunal
Por su parte Luis Raudales, otro de los imputados, dijo que la lucha es justa y que tienen el apoyo de la comunidad. Informó que una manifestación de aproximadamente 5 mil personas estará respaldándolos en las afueras del Juzgado de Talanga, en momentos en que se lleve a cabo la audiencia de imputados.
“Los bosques de pino son pocos en la zona y debajo de la montaña que están deforestando, se encuentran ubicadas las tomas de agua. Nuestra lucha comenzó en 1998” indicó.
Aseveró que debido a que en la zona también existen dos concesiones mineras, los empresarios de la madera se están uniendo a los mineros para hacerle frente a las demandas de la población que no permite la instalación de las compañías, “pero dicen que primero van a explotar la madera para luego extraer el metal”, afirmó.
Las concesiones mineras autorizadas en la zona se encuentran a nombres de: Beethoven Napoleón Ramos Navarrete, a quien le facultaron para explotar 10,500 hectáreas durante cuatro años. Mientras que la empresa Tierra Colorada, S,A, con plazo indefinido le otorgaron mil hectáreas.
“Eso no podemos permitirlo porque afectará a toda la población. La gente está lista para pronunciarse en contra; solo en Suyatal, habemos 5 mil habitantes”, dijo.
De acuerdo a datos que maneja el COFADEH, organización en la cual se llevó a cabo la conferencia de prensa en la cual las y los miembros del patronato de El Suyatal denunciaron los hechos, unos 30 ambientalistas hondureños se enfrentan a procesos en los tribunales de justicia, por la criminalización de la lucha ecológica parte del Estado.
“Tenemos 17 procesados en el Valle de Siria y con trece, sumarían treinta”, aseguraron los representantes de la organización, tras anunciar que la institución realiza trámites para denunciar los hechos ante los organismos internacionales.