El ministro de Educación, Marlon Escoto, denunció que hay directores de colegios públicos que cobran “impuesto de guerra”, de igual manera como lo hacen los pandilleros o mareros en Honduras desde hace unos 20 años.
“Conozco un caso, el de un director de Danlí que por las mañanas pasa por todas las cafeterías que hay en el instituto donde trabaja para cobrarles 200 lempiras diarios a cada una… y ese dinero es para él”, expresó. “Eso es un impuesto de guerra y el maestro mencionado lo hace como si fuera un marero”.
El ministro no identificó al docente, pero en rueda de prensa lamentó que “Es una lástima que maestros de este tipo aún estén en el sistema educativo público”.
Por eso, Escoto criticó la honorabilidad y altura moral de ciertos directores escolares.
El sistema educativo hondureño enfrenta la peor crisis de sus historia a causa de los frecuentes enfrentamientos entre el gobierno y los dirigentes magisteriales, los cuales desde hace más de 40 años permanecen en las calles por cualquier motivo, aunque generalmente lo hacen por demandar mejores salarios o porque el Estado se atrasa en pagarles.