El documental “La posteridad nos hará justicia” sobre la vida del héroe hondureño, general Francisco Morazán, se presentará el 14 de septiembre en El Salvador en conmemoración del 191 aniversario de la independencia de Centroamérica.
Forma parte de una serie de filmes en torno a los próceres de América auspiciada por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica y la cadena venezolana de televisión Telesur.
Magda Arias, encargada de asuntos consulares de la embajada cubana en Tegucigalpa, informó que la obra está dedicada a las personalidades más destacadas de las gestas libertarias y se realiza en el marco de la conmemoración de los bicentenarios de la independencia latinoamericana.
El documental, con una duración de 45 minutos, lo dirige el cubano Sebastián y muestra la corta e intensa vida política y revolucionaria del prócer cartracho.
Comprende también entrevistas, escenas de ficción, información gráfica de archivo, mapas y dibujos con el fin dedar a conocer las raíces independentistas de los pueblos de la región.
Morazán gobernó a Centroamérica durante 15 años durante el turbulento periodo de 1827 a 1842. Saltó a la fama tras su victoria en la legendaria batalla de La Trinidad en noviembre de 1827.
Desde entonces y hasta su muerte en 1842 su figura de genio futurista dominó la escena política y militar de Centroamérica.
En el ámbito político, fue reconocido como un gran pensador y visionario al intentar transformar sin éxito a Centroamérica en una nación grande y progresista.
Durante su gestión como presidente de la República Federal de Centroamérica, Morazán promulgó numerosas reformas liberales. Con su accionar apasionado mejoró la educación y puso en vigor las libertades de prensa y de religión, entre otras. Limitó el poder de la Iglesia Católica al abolir el diezmo y separó el Estado de la religión.
Por eso, Morazán se ganó enemigos influyentes y su gobierno estuvo marcado por amargas luchas internas entre liberales y conservadores, pero se mantuvo firme en el poder por su capacidad militar hasta 1837, cuando la República Federal se fracturó irrevocablemente. Fue fusilado en Costa Rica y sus restos descansan en San Salvador.