Revistazo tuvo acceso al informe que presenta hoy la Comisión interventora del Almacén Central de Medicamentos sobre la transparencia de los inventarios, la instalación del sistema de inventariado Farmatools y la instalación web de Farmatools.
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El pasado 25 de marzo, la Secretaria de Salud Pública militarizó el ACM tras el informe presentado por la organización Transformemos Honduras donde se denunciaban irregularidades en el almacén. Tras dos meses de investigaciones los auditores de la Secretaria de Salud han comprobado irregularidades en el Almacén bajo la Administración de la Dra. Marixa Ramírez de Solórzano.
En el informe se desprende la inoperancia de la Administradora anterior y de los empleados a cargo del manejo de los medicamentos y del grado de corrupción en el que estaba sumido el ACM desde hace lustros. El grado de descontrol en las bodegas era tal que “no todas las cotizaciones” eran reportadas al departamento de distribución y quedaba, siempre, a criterio de “la administradora”; esta información es vital para los hospitales ya que de ellos se basan para solicitar pedidos de medicamentos; y al no tener datos fiables de las existencias se puso en peligro la salud de los pacientes ya que se corría el riesgo que medicamentos vitales no estuviesen en el ACM.
El informe también señala que la Jefatura del Almacén Central “elaboraba solicitudes de medicamentos sin verificar la programación de distribución y la unidad técnica de medicamentos”. La Secretaria de Salud advierte que el “muestreo” de los lotes de los medicamentos estaba sujeto al criterio de la “Jefatura del almacén” sin “importar si se cumplía o no con la certificación” correspondiente.
Además, se pone como ejemplo el caso del Hospital Gabriela Alvarado qué reclamó medicamentos al ACM que salieron del almacén y que nunca llegaron a su destino; porque “dichas remisiones fueron extraviadas dentro del ACM”; además se tiene constancia de que la “jefatura autorizaba solicitudes con cantidades superiores y exageradamente altas con respecto a lo programado” e incluso que “los proveedores se encargaban de cotizar por regiones u hospitales”, cuando esto nunca debe hacerse así; debe ser la Secretaria de Salud la encargada de las cotizaciones.
Respecto al sistema de control de inventariados, según desprende el informe que ha presentado hoy la Secretaria de Salud se destaca que “las salidas de excedentes en su mayoría no se registraban y si lo hacían solo eran registrados manualmente, no quedaba ningún registro en el sistema”. Como ya denunció Revistazo muchos de los medicamentos estaban mal ubicados en bodegas que no eran correspondientes Y, por último, se denuncia que el personal responsable de los almacenes “no aplicaba buenas prácticas de almacenamiento y distribución de los medicamentos” con la consiguiente pérdida económica para el país en el caso de que los medicamentos se dañasen.
De izq. a drcha. Dra. Mirtha Escobar (Dirección General de Regulación Sanitaria), Joel Hernández |
Corrupción y mal uso de medicamentos
“Los medicamentos que ingresaban al almacén y quedaban en cuarentena no se registraban en el sistema, hasta su liberación de la cuarentena, lo que permitía largas estadías en recepción reduciendo su vida útil”, se puede leer en el primer punto del informe. “Los registros no mantenían una secuencia lógica” y los registros se hacían de manera manual con el consiguiente riesgo que eso conlleva; además, los jefes de almacén podía no reportar la anulación de un pedido y usar ese registro para “dispensar” otro medicamento sin ningún tipo de notificación a destinos no programados; lo que evidencia el grado de corrupción que se había instalado en el ACM.
Cómo ya apuntaba Revistazo, en artículos anteriores, el informe recoge que se permitía que personal ajeno al ACM “retiraran medicamentos”, además de “permitirse cualquier tipo de fax como documento oficial, sin ningún registro de firmas permitiendo documentos falsos con firmas falsas o escaneadas”.
Otro punto que destaca el informe es la existencia de botiquines que se entregaban “a todo tipo de asociaciones sin registrarse en el sistema y sin controles”, apunta el documento al que ha tenido acceso este medio. Sin embargo, la Doctora afirmó a Revistazo, en una entrevista en exclusiva, que ese botiquín estaba al alcance de “todos los empleados” y que los medicamentos eran provenientes de los excedentes aportados por las farmacéuticas. “Había compañeros que venían a pedirme un fármaco; y yo les daba una tableta”. “Los medicamentos vienen rotulados y con el emblema del gobierno de Honduras y no se pueden vender”, comentaba Solórzano.
Plan de choque
El informe detalla también las acciones para luchar contra la situación descrita. Se documentarán todos los procesos para brindar seguridad. Se prevé la instalación de un sistema de fichaje de los trabajadores mediante huella dactilar. Los accesos a todos los almacenes contarán con videovigilancia de forma que nadie sin autorización podrá acceder a ellos. Por otro lado, todas las transacciones serán supervisadas mediante una herramienta informática -farmatools. El sistema permite, mediante una serie de alarmas, conocer en todo momento la ubicación y vida útil de todos los medicamentos facilitando su localización y evitando su vencimiento. Es un plan integral que pretende dar total trasparencia al ACM.
