Karla Santos es madre de tres niñas y un niño, pero nunca ha dado a luz en un centro de asistencia médica porque no han estado abiertos cuando ella los necesita. Karla ha dado a luz sola en su cama, en pailas de carros tratando de llegar al centro de salud de Siguatepeque y, la última vez, en una finca de café. Ella siempre ha estado sola en sus partos, siempre ha sido la doctora, enfermera y madre al mismo tiempo.
Le encantan las faenas del campo, su vida entera la ha dedicado a la tierra. Ella nació en Guachipilín, una aldea de Comayagua, pero se mudó a Planes del Hormiguero hace 10 años cuando conoció a su esposo, Nelson Mazariegos, y juntos decidieron formar una familia. Planes del Hormiguero es otra aldea de la ciudad de Comayagua, aproximadamente a hora y media de la CA-5 desde Siguatepeque.
Como casi todas las familias en la Cordillera de Montecillos, la familia de Karla y Nelson también se dedica al cultivo de café. Balancean la vida entre la siembra y otros trabajos para conseguir el dinero necesario para sustento de su familia. Juntos tienen un pequeño terreno donde cultivan el grano, pero esta temporada no ha sido muy buena para ellos. En buenas temporadas cultivan siete quintales, en esta ocasión solo han recolectado tres.
El día del parto
El 4 de enero llegó el “regalo de reyes” para la familia Mazariegos-Santos. Karla, como de costumbre, se levantó antes de las 5:00 am, porque “si el sol ya salió entonces ya es muy tarde para nosotros” dijo entre risas. El día anterior a su parto, un martes cálido, cortó café hasta la 1:00 p.m.
“Ese miércoles que nació amanecí con dolores muy fuertes”, alrededor de las 11:00 a.m. Karla empezó a sentir contracciones más frecuentes. Fue a la finca temprano solo a dejar unos sacos de yute para almacenar el café que cortarían los demás ese día, “pero puesta allá me puse a cortar con mi cuñada porque me dieron ganas”. Le pidió a un muchacho que trabaja en la finca que cargara lo que ella había cortado.
Era la 1:00 p.m. cuando el dolor era ya insoportable y Karla se acostó mientras su cuñada hacía el almuerzo en una casita que construyeron en el terreno. “Yo no quise comer porque sabía que (el parto) estaba cerca”, recuerda con un poco de angustia. Cuando se sintió un poco mejor, decidió irse con su hija Cristal a casa para luego ir al centro de salud. Aunque la finca no está muy lejos de su casa, no pudo llegar a tiempo.
“En una zanja se me rompió la fuente, le dije a la niña que se fuera a la casa”. Karla le dijo a Cristal que podía hacerlo sola porque, después de todo, ella ya había dado a luz sola antes. Karla no envió a su hija para que pidiera ayuda, pero Cristal, a pesar de tener solo 3 años, entendía bien lo que estaba pasando y que su mamá necesitaba ayuda pronto.
“Mi cuñada (la que estaba en la finca) llegó cuando ya había tenido”. El bebé nació a las 2:40 p.m., alrededor de las 3:00 p.m. llegaron su suegra, las tías y la abuela de su esposo a limpiar al bebé y envolverlo en mantas. Minutos después llegó la partera de la comunidad a cortar el cordón umbilical y ayudar a Karla porque siempre ha tenido problemas de retención de placenta.
Un remedio natural muy popular en su comunidad para estos casos es el aceite de gallina. “Eso me dieron y me lo tomé para que se me cayera la placenta”, comentó. Karla notaba que su bebé, a quien planean nombrar Levi Aarón, no se movía mucho y quería que lo atendieran en un centro de salud.
Karla mantuvo constante comunicación con Nelson, quien trabaja como guardia con una empresa de seguridad en Siguatepeque. Aunque Nelson quería tomar su motocicleta para llevar a Karla y su recién nacido a un centro de asistencia médica, sabía que no era prudente llevarlos en una motocicleta. Por desesperación y pena no pidió ayuda antes, pero cuando estaba terminando su turno se armó de valor y le pidió ayuda a una compañera de trabajo para que lo llevara a su casa y luego al centro de salud. Llegaron en menos de una hora a Planes del Hormiguero, pero el regreso fue menos rápido.
Karla y el bebé llegaron aproximadamente a las 7:00 p.m. al centro de salud de Siguatepeque. Allí pasaron la noche bajo observación médica y fueron dados de alta al día siguiente.
Este último parto no ha sido el único que Karla ha tenido. Tuvo a su hija mayor, Amy, sola en casa. Yeslin, su segunda hija, nació en la parte trasera de un carro en camino al centro de salud de Siguatepeque. Y Cristal, su tercera hija, también nació en la paila de un carro en la colonia Canadá, casi llegando a la CA-5. “Me han costado mis hijos”, comentó Karla mientras cargaba a su recién nacido.
Atención médica ausente en Planes del Hormiguero
La comunidad de Planes del Hormiguero no tiene centro de salud, el más cercano está aproximadamente a 30 minutos en la comunidad de Guachipilín, pero rara vez está abierto o reciben buena atención médica entonces las comunidades tampoco cuentan con ese servicio básico. Este centro de salud fue remodelado en el 2022, pero no hay doctor asignado y las enfermeras no atienden emergencias. Karla recuerda que en una ocasión, refiriéndose a los partos, le dijeron que “a la hora de tener vayan a Pane, aquí tal vez por citas.”
El siguiente más cercano es el centro de salud de Pane que está a hora y media caminando desde Planes del Hormiguero. Los controles de sus embarazos los ha tenido allí y la vacunación de su hijo también tendría que hacerla en Pane. “Tenía cita para el 10 de enero, pero no pude ir porque tenía que caminar mucho”. Además, Karla aún estaba en recuperación.
Su último embarazo fue difícil, tenía constantes dolores en su espalda baja, calambres muy fuertes durante todo el día. Fue al centro de salud de Pane a una consulta, pero no había médico entonces la atendió una enfermera. Karla tenía una infección en los riñones, le dieron un tratamiento de siete días de amoxicilina porque era el único medicamento disponible y no podía tomar nada más por su embarazo. Luego la enviaron a Siguatepeque a hacerse exámenes de orina y sangre.
Carlos Miranda Canales del Partido Liberal gobierna la ciudad de Comayagua desde hace siete periodos consecutivos. El 30 de julio de 2019, Miranda inauguró un centro comunal en Planes del Hormiguero, mismo que costó aproximadamente 699 mil lempiras (USD 28, 368). De esta cantidad, 596 mil salieron de fondos municipales y el resto “fueron fondos que aportó la comunidad ya que la comunidad trabaja bajo el modelo participativo e incluyente”.
Miranda aseguró, para entonces, que llevaba varios años trabajando para la comunidad, “es una comunidad que año con año ha ido mejorando, primero porque tiene la necesidad y segundo, porque es una comunidad unida”.
Sin embargo, la comunidad dice que el alcalde “no viene muy seguido, solo en temporada de votos, en el 2021 estuvo acá.” A Karla y Nelson les preocupa mucho el futuro de sus hijas e hijo en una “comunidad tan olvidada, (…) aquí tenemos necesidad de todo, pero lo más importante es la salud y educación.”
En el año 2019 inauguraron un centro preescolar en la comunidad, pero solo funcionó durante un año y lo cerraron porque no había docentes. “Ese kinder lo conseguimos por ayuda de Nelson que era alguacil y pidió ayuda, pero eso fue todo, solo lo construyeron”, comentó Karla. No hay escuelas, no hay colegio en su comunidad y el más cercano está a hora y media caminando.
El alcalde, por su parte, aseguró a este medio que la Escuela “Gracias a Dios” del Programa Hondureño de Educación Comunitaria (Proheco), está funcionando desde su construcción en el 2019. Con respecto a los centros de salud, el alcalde Miranda dijo que la construcción de los centros hospitalarios le corresponde a la Secretaría de Salud (Sesal), y que desde de su gobierno municipal no han hecho gestiones de solicitud porque “si la Sesal no pone el dinero, nosotros no vamos a construir nada”.
Un caso de violencia obstétrica
“Ha sido muy difícil porque a veces solo atienden controles (de embarazo) y a veces solo partos planeados. Hay un doctor que viene a Pane, pero él solo atiende a embarazadas que ya conoce”, indicó Karla.
La violencia obstétrica es una práctica invisibilizada que con frecuencia ejerce el sistema de salud en Honduras. Este tipo de violencia se refiere, según artículos científicos de la Universidad Colombiana del Cauca, a “prácticas y conductas realizadas por profesionales de la salud a las mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio, en el ámbito público o privado, que por acción u omisión son violentas o pueden ser percibidas como violentas.”
Recientemente, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reconoció en la sentencia del caso Britez vs. Argentina que la “violencia obstétrica es una forma de violencia basada en género y prohibida por los tratados interamericanos de DD.HH.”
La violencia obstétrica se manifiesta, como en el caso de Karla Santos, al negar tratamientos médicos durante el embarazo y parto. Además, se manifiesta al proveer atención incompleta, largas esperas para ser atendida. Todo esto, según el estudio, contribuye a “aflicciones psicológicas y daños físicos, negación de medicamentos, atención o manejo del dolor como ‘castigo’ y tarifas excesivas por los servicios”.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), a nivel mundial cada día mueren aproximadamente 830 mujeres “por causas prevenibles relacionadas el embarazo y parto”. Además, la mortalidad materna es más común en mujeres que viven en zonas rurales frente a mujeres que viven en zonas urbanas.