Orden. Limpieza. Operarios trabajando. Camiones esperando a ser cargados. El Almacén Central de Medicamentos se ha recuperado del caos en el que ha estado sumido estos los últimos años debido a la inoperancia de su administradora- Marixa Ramírez de Solórzano- y de parte del personal. En las bodegas llegaron a encontrar medicamentos vencidos con otros que estaban listos para el consumo humano. Basura. Ratas… “Los extintores estaban vacios o caducados. Había tal aglomeración de cajas que las mangueras anti-incendios estaban obstruidas. No había un plan de contingencia en caso de que ocurriese un incendio”, recuerda Guillermo Mejía, Ingeniero de Sistemas y miembro de la nueva Junta Directiva del ACM. “Fue un periodo de inoperancia en todos los sentidos”, comenta Carlos Herrera, consultor de la Secretaria General de Salud.
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Tras el escándalo en el Almacén Central de Medicamentos (ACM) destapado por el informe presentado por la organización no gubernamental Transformemos Honduras (TH) y la auditoria elaborada por La Secretaria de Salud Pública se han comenzando a implementar nuevas herramientas destinadas a fomentar la buena praxis y acabar con “la pequeña mafia de la Dra. De Solórzano”, como la calificó Carlos Herrera.
Según ha podido saber Revistazo uno de los principales cambios que se ha implementado en el ACM es la presencia de una Junta Directiva formada por tres personas con el objetivo de dar mayor trasparencia y acabar con el monopolio impuesto por la anterior administradora. Luz Guevara, Dra. en química y farmacia; Guillermo Mejía, Ingeniero de Sistemas; y un asesor legal (aún por designar), serán los responsables de dar un nuevo giro al Almacén Central. “Antes había solo una cabeza como responsable del almacén. El objetivo es que se acabe con esa figura autoritaria y dar mayor transparencia al ACM”, afirma Guillermo Mejía.
“La figura clave será la del asesor legal, es algo que no existía y es quien deberá realizar auditorías internas para dar disposición de los procesos y de los controles que deben aplicarse en el ACM a partir de ahora”, sentencia Mejía.
Mejía, junto con Herrera, acompañan a Revistazo por el interior del ACM enseñando los nuevos cambios que han comenzado a implementar y que estarán listos en breve. “Uno de los cambios más importantes que hemos realizado es hacer una división de bodegas de manera lógica ya que antes todo estaba mezclado”, recuerda Mejía.
Varios operarios se afanan en terminar de levantar un muro de ladrillo en una de las bodegas para evitar que el agua de la lluvia se filtre y eche a perder los medicamentos. Esas pérdidas, durante el periodo de la anterior administradora, costaron millones de lempiras al estado y es uno de los objetivos que se ha marcado la actual Junta Directiva. “Nos encontramos con un almacén lleno de medicamentos vencidos y eso es algo que no se puede volver a permitir. Nuestro objetivo es bajar a cero los vencidos y que no vuelva a ocurrir nunca más”, sentencia tajante Guillermo Mejía.
“Además, antes solo había dos farmacéuticos en todo el ACM y muchas veces ni coincidían entre sí, ahora habrá un farmacéutico por bodega por lo que será mucho más complicado que se produzcan vencidos”, apunta.
Informatización para mejorar la gestión
Tras la desaparición de medicamentos, la nueva junta directiva |
Uno de los errores que se cometieron- conscientes o inconscientes- en el periodo en el que la Dra. de Solórzano fue Administradora del ACM fue el desbarajuste en el ‘stock’ de medicamentos que había en el almacén. “Al hacer la auditoria encontramos más medicamentos de los que debería haber en realidad”, recuerda Herrera. El anterior sistema informático mostraba menos existencias de las que encontraron los auditores tras contar bodega por bodega y caja por paja. “Toda la mercancía se registraba manualmente y esos registros luego no se trasladaban a las computadoras” señala Herrera. ¿Pérdida de información? ¿Tráfico ilegal de medicamentos? ¿Negligencia de los empleados? “No sabemos los motivos, pero seguimos investigando”, señala.
Por su parte, César Padilla, responsable de la bodega miscelánea y hombre de confianza de la anterior administradora parece que tiene la solución a estos errores. “El problema es que se apuntaba por un lado el nombre comercial y por otro el nombre genérico; y eso daba error a confusión, pero es el mismo medicamento aunque registrado de manera diferente”, afirma a Revistazo el trabajador del ACM.
Ya fuese por un error humano o por un motivo más oscuro- algo que aclararán los investigadores- lo cierto es que este escándalo ha hecho que La Secretaria de Salud Pública implemente en el Almacén Central de Medicamentos un sistema de inventariado computerizado llamado Farmatool para “que los medicamentos no venzan y tener registrado cualquier movimiento de medicamentos”, advierte el ingeniero Mejía. “Ahora, en cualquier momento, podemos ver las existencias de medicamentos en el sistema informático”, recuerda mientras que antes debían acudir a los registros en papel o contar uno por uno los medicamentos para saber su número exacto.
La bodega de frío del Almacén Central de Medicamentos presenta un |
“Además, el objetivo que tenemos ahora mismo es habilitar una página web donde todos los hondureños puedan acceder al ACM y ver el número de medicamentos disponibles que hay, etc… El objetivo es que haya la máxima trasparencia”, señala el ingeniero.
Otro de los puntos fuertes y en los que se basa la nueva junta directiva para hablar de la “máxima transparencia” es el proceso de entrada y salida de los medicamentos. “Cada movimiento entre almacenes estará registrado en el sistema así podremos saber donde se encuentra el medicamento en cada momento; así mismo todos los medicamentos que sean trasladados a hospitales y clínicas deberán llevar un sello de entrada y de salida para verificar por todas las partes que los medicamentos han sido entregados en destino”, apunta Mejía. Cómo ya denunció Revistazo se tienen dudas de la transparencia en este sentido de la anterior administradora y se sospecha que muchos medicamentos nunca llegaron a destino. “Antes no había constancia de que todas las actas de salida o de entrega de medicamentos quedasen registradas en el sistema”. “Con la anterior dirección no se firmaba nada; las puertas del ACM estaban abiertas de par en par para que todo el mundo entrase lo que motivaba casos de corrupción. Pero desde ahora registraremos cada movimiento”, finaliza el ingeniero Guillermo Mejía.
