Las democracias de América Latina se enfrentan a tres grandes riesgos para su integridad: la desigualdad, el crimen organizado y la falta de diálogo entre los actores políticos, dijo el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
Tras inaugurar el 10 de octubre en la Ciudad de México el III Foro de la Democracia Latinoamericana, el funcionario sostuvo que “esos son aspectos de la democracia que se deben mejorar porque ponen en riesgo la existencia misma de la democracia, aunque creo que con el tiempo se irán superando”.
El foro, titulado “Democracia y crisis de representación: quien gana las elecciones, ¿gana el poder?”, lo organizó la OEA.
Sobre la desigualdad, uno de los fenómenos que más debate promueve a nivel continental, Insulza afirmó que “una sociedad democrática, en la que todos los individuos tienen nominalmente los mismos derechos políticos, es incompatible con los grados de desigualdad que existen en nuestros países en lo económico y lo social”.
Indicó asimismo que “en ese aspecto, el tema monetario es fundamental”.
A modo de ejemplo, Insulza comparó el sistema de distribución de ingresos de Europa y América Latina.
“Mientras en Europa, antes y después del pago de impuestos, la distribución del ingreso mejora en 12 puntos porcentuales, en nuestra región antes y después de los impuestos la distribución de los ingresos es igual”, explicó.
Advirtió el riesgo que supone la influencia creciente del crimen organizado en algunas regiones de las Américas.
“También es incompatible en una sociedad democrática la existencia de grupos que actúan fuera del marco de la ley que se rigen por sus propias normas, disponen de su propia fuerza y que incluso tienen la posibilidad de tomar para su control territorios dentro del Estado democrático”, subrayó.
Entre los avances en este campo, Insulza destacó el proceso de paz de las pandillas de El Salvador, en el que la OEA desempeñó un papel importante.
“La tregua entre las dos principales maras (pandillas) ha sido importante porque la tasa de homicidios ha disminuido a menos de la mitad. Hablamos de 1.600 jóvenes menos que murieron este año durante las batallas de la noche de San Salvador”, indicó.
“Eso significa que los grupos criminales organizados tienen un impacto sobre la sociedad mucho mayor de lo que podemos pensar, y esto también es incompatible con la democracia”, dijo.
Aclaró también en que consiste la democracia.
“La falta de diálogo político afecta significativamente al funcionamiento del sistema democrático (porque) la democracia no es solamente ir a votar cada cuatro años, tampoco lo son sólo las reuniones de las instituciones democráticas, pero sí lo es la forja de redes de confianza que permitan a todos los ciudadanos sentirse parte de la misma institucionalidad, de la misma nación”, indicó.
Para Insulza, “en muchos de nuestros países ese diálogo ha sido sustituido -ya sea por los hechos o por vías de confrontación política- por la existencia de compartimentos que hacen que cada elección democrática se transforme en casi un último recurso, y eso no es bueno para la democracia tampoco”.
“En la democracia lo bueno es cuando los candidatos que ganan pueden ocupar sus cargos y los que no ganan no se sienten excluidos del sistema electoral, y no sienten que la sociedad y la democracia no los representan”, agregó.