Honduras es el país inequitativo de América Latina tanto en el ámbito económico como en el social y donde el acceso a las oportunidades de desarrollo se diferencian por razones de clase social, género, etnia y ámbito geográfico en que viven las personas, según reveló un informe de las Naciones Unidas.
El documento lo presentaron el 6 de noviembre al Consejo de Ministros, encabezado por el presidente Porfirio Lobo, el representante del PNUD en Tegucigalpa, José Manuel Hermida, y el coordinador del sistema de las Naciones Unidas, el sociólogo Mario Posas.
“Honduras es la tercera nación más inequitativa de Latinoamérica después de Haití y Colombia, y en ese sentido más que los altos niveles de pobreza lo importante es atender la inequidad”, dijo Posas a los periodistas.
Según él, las desigualdades repercuten en el sistema educativo, aunque el problema está resuelto en el nivel primario, pero a partir del tercer ciclo la situación se complica para los pobres porque no pueden ingresar a los otros grados de la educación.
“Por eso, los sectores de menores ingresos enfrentan una aguda falta de acceso a la educación secundaria y superior”, subrayó.
El informe mostró la existencia de una brecha de inequidad de 38,5% en cuanto a la cobertura del tercer ciclo de educación básica de la población de mayor ingreso en relación a los de menor ingreso.
En la educación media, la brecha es del 35,6% y en la educación superior es de 22,1%.
Es inequitativo que muchos jóvenes de 13 a 18 años edad de bajo ingreso tanto del área rural como la urbana, tengan que abandonar la educación secundaria por razones principalmente económicas, afirmó el experto.
Indicó que a pesar de los avances logrados en cuanto al desarrollo, en Honduras persiste
el analfabetismo que afecta en 42,7% de las personas pobres y al 23,3 de la población rural.
Sin embargo, el analfabetismo rural experimentó una reducción de 7,1% entre 2002 y 2010 como resultado de los programas estatales orientados hacia ese sector.
Posas destacó que los pobres que viven en la zona rural tienen posibilidades casi nulas de llegar a la educación superior pues solamente el 2,0% logra ingresar a las universidades.
Aclaró que la indígenas son las más afectados por su doble tragedia de pertenecer a un grupo étnico y vivir en el área rural.
Pero los garífunas son los que tienen más oportunidades por pertenecer a redes internacionales que les ayudan. Sin embargo, los lencas no pueden aspirar a esa situación.
Posas indicó que el 47,1% de las madres sin educación tienen hijos que padecen de desnutrición crónica, es decir que el grado de educación es un factor clave para combatir ese flagelo.
Sostuvo que al 40,1% de los adultos pobres les ha sido negado un crédito en los últimos cinco años y solamente un 8% de ellos lo logró.
También existe una gran crisis fiscal en el país porque el sistema tributario es extremadamente regresivo.
Honduras figura entre los 10 países con los sistemas tributarios más regresivos de América Latina.
“La estructura tributaria en Honduras es regresiva”, indicó Posas.
Relató que la población de menor ingreso destina el 37,8% de sus ingresos a pagar impuestos, mientras que el décimo de la población con mayores ingresos lo hace en apenas el 16,4%.
Posas dijo que esa situación surge por la gran cantidad de exoneraciones fiscales aprobadas por el Congreso entre 2001 y 2007, la que se elevan a 41.000l millones de lempiras, cifra equivalente a casi la mitad del presupuesto nacional de Honduras aprobado para el 2012+
En ese sentido, el PNUD recomendó a Lobo establecer un pacto social a fin de mejorar la situación del empleo, resolver el problema del inequitativo acceso al crédito.
También exhortó al gobierno a suscribir un pacto fiscal para pasar de un sistema tributario regresivo a uno más progresivo, donde los que más tienen paguen más, reformar las políticas de otorgar exoneraciones y hace más efectivo el gasto público.
Lobo por su lado criticó al empresariado y a los gremios del país, especialmente a los médicos y maestros por declarar frecuentes paros por mejorar salariales, por no entender la justicia social que impulsa su gobierno.
“Sin justicia social no puede haber paz en el país”, afirmó de manera tajante. “ Y hay inequidad si no hay solidaridad con los más pobres, y tarde o temprano ellos (los empresarios y profesionales) la van a pagar muy cara”.
Lobo dijo acusó a los médicos de negar la atención a un paciente pobre por atender sus clínicas privadas. Y se preguntó: “¿dónde está la solidaridad y la misión de ellos”.
Se refirió en términos similares a los maestros, al preguntarse: “¿por qué van a pagar los niños un problema que los docentes tienen con el Estado?.
El mandatario advirtió que “si la clase política no entiende que tiene que cambiar de actitud, Honduras estará muy complicada en el futuro”.