El drama fue impresionante. Niños, ancianos, madres solteras y hombres sin ninguna opción, quedaron en la calle de la noche a la mañana. La jueza Número 5 de los tribunales capitalinos, Lina Armida Aguilera, cumpliendo el deseo de Oscar Siri Zuniga, ordenó el desalojo de 45 viviendas que albergaban a igual número de familias de la colonia Altos de la Merrian.
A las siete con cuarenta y cinco minutos de la mañana del jueves veintisiete de octubre, cuando todavía los niños y ancianos dormían, unos 250 policías preventivos y cobras al mando del comisario Rommel Murillo, informó a los vecinos sobre la ordenanza judicial y ordenó desarmar las viviendas.
La orden los tomó por sorpresa y producto de la indignación por no tener a donde ir, al menos tres de los moradores prendieron fuego a sus casas, mientras la mayoría mostrando dolor y preocupación, con sus propias manos desarmaron el único bien que con mucho esfuerzo habían logrado construir.
“No sé qué hacer. No tenemos a donde irnos y creo que tenemos que dejar las cosas en la calle, Siri Zuniga pelea la tierra, pero también la reclaman los Sequeira, la funeraria San Miguel Arcángel y el INFA”, expresó Digna Oyuela, mientras una lágrima emanada de su ojo izquierdo recorría su rostro.
Silvia María Vásquez, quien sentada en una piedra sostenía en sus piernas a uno de sus hijos, mientras observaba como los vecinos y algunos peones contratados por Oscar Siri Zuniga, arrancaban tablas y láminas de las modestas casas, expresó “No tenemos donde dormir con los niños, no tenemos que comer, le hacemos un llamado a la primera dama a Ricardo Álvarez y a Pepe Lobo, que nos ayuden. Tengo cinco niños y no sé cómo voy a hacer para vivir”.
Informó que recientemente los vecinos de esa comunidad asistieron a una audiencia de conciliación señalada por el juzgado con el fin de buscar una negociación de los terrenos. El encuentro se realizaría en la Fuerza Aérea Hondureña, pero Oscar Siri Zuniga no llegó. “Nosotros queríamos negociar con él, queremos un pedacito de tierra para que los niños no anden rodando en la calle, esto es un desastre”, afirmó.
Ricardo Calix. |
“Esta es mi casa y me parece injusto, solo nos dieron dos días para desalojar, Oscar Siri Zuniga es quien nos desaloja, tengo dos hijos y necesitamos que las autoridades nos ayuden, son cincuenta casas, somos familias pobres y hay bastantes madres solteras. Nosotros fuimos a la Fuerza Aérea a una audiencia y a este terreno le aparecieron cuatro dueños, los Sequeira, Siri Zuniga, una funeraria y el IHNFA”, dijo Ricardo Calix.
Julián Emilio Aguilera, otro de los afectados, dijo que este es el momento para que el gobierno de Porfirio Lobo Sosa demuestre que en realidad es humanista y cristiano. “Ya tenemos seis años de estar en la lucha por los terrenos y siempre peleando con Siri Zuniga, han habido son cinco órdenes de desalojo y esta es la última, porque ya nos vinieron a desalojar.
“Nos dijeron que desarmáramos las casas y que nos saliéramos de acá, tengo cuatro hijos y ahora voy a tener que ir a pedir posada. Estamos indignados por tanta corrupción en la policía y en los juzgados, Ahora el que tiene dinero se mofa de los pobres”, afirmó Aguilera.
El analista de conflictos de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos, Leonel Casco, quien se hizo presente para recomendar a las autoridades la no utilización excesiva de la fuerza, dijo que el desalojo de los moradores es producto de la agilidad con que actúan los tribunales en este tipo de casos. Indicó que en el Instituto de la Propiedad existe un trámite administrativo, que fue desconocido por la jueza Lina Armida Aguilera Peralta.
El funcionario dijo que el juicio data del año 2008 y se encuentra registrado en el expediente 47673-2008. Que la Corte de Apelaciones y la Corte Suprema de Justicia ratificaron los amparos interpuestos y que en ese sentido a la jueza No 5 no le ha quedado más que decretar el desalojo solicitado por Siri Zuniga.
Madre e hijo fueron desalojados. |
Además del despliegue policial, a constatar la acción también compareció el fiscal de delitos comunes, Luis Vallejo y los jueces ejecutores Jesús Villanueva y Brenda Sanders.
La tierra que albergaba a la colonia Altos de la Merrian, consta de ocho manzanas ubicadas en las faldas del cerro El Estiquirín, al oeste de Tegucigalpa, aunque la misma es reclamada por cuatro supuestos propietarios, entre ellos el Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia (IHNFA), las autoridades judiciales son tomar las precauciones del caso ordenaron su desalojo.
“Nosotros hemos advertido las responsabilidades que esto puede generar para el Estado por cuanto la jueza no ha tomado medidas de protección de las personas que quedan en desamparo. Lamentamos que al tomar la decisión no se haya tomado en cuenta los preceptos de los convenios internacionales suscritos por Honduras “, dijo el analista de conflictos de la Secretaría de Derechos Humanos.
Para evitar el desalojo de las familias, el apoderado legal de los pobladores, Benedicto Santos había presentado un escrito solicitando la suspensión. No obstante, hubo un aceleramiento para evitar que el Estado pueda proceder a la expropiación.
“Esto sucede por un conflicto de intereses entre Siri Zuniga, el INFA y una funeraria. En estos casos la Ley Predial establece que el Estado deberá otorgar las escrituras a los pobladores y que las partes deben irse a un juicio civil para demostrar quién es el verdadero dueño y los pobladores quedan obligados a cancelar el valor de estos predios” detalló Leonel Casco.
|
|
|