La concentración y tenencia de tierras en América Latina vive una «dinámica de cambio estructural profundo» que probablemente se acentuará en los próximos años, según un informe presentado el 1 de noviembre por la CEPAL, la FAO y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
La tercera edición del estudio «Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas: una mirada hacia América Latina y el Caribe 2013», publicado en Montevideo y que tuvo como informe especial un capítulo sobre la tenencia de la tierra en la región, constató una «marcada diferencia» entre la situación de la década de los 60 «cuando era necesaria una reforma agraria generalizada» y la actualidad.
El técnico de la FAO, Byron Jara, explicó que los cambios en la tenencia son diversos, y van desde una progresiva concentración del uso de la tierra en Argentina, zonas de Brasil y Uruguay, en otros lugares como México, algunos países andinos y Centroamérica, lo que está sucediendo es una «fragmentación» de las propiedades.
«El mercado de tierras en la región va a incrementar una dinámica de cambio estructural profundo, con estas dos grandes referencias…. (y) más allá de las pautas generales se seguirá segmentando la propiedad de las medianas y grandes propiedades», indicó.
Señaló que los recientes procesos de reforma agraria de Bolivia, Venezuela y Brasil «son muy marcados» y están permitiendo el acceso a tierras «de campesinos y pequeños propietarios».
«El medio rural en sí está teniendo más propiedad de la tierra», subrayó.
En cuanto a los lugares donde el «acaparamiento de tierras» está creciendo, el proceso se da no tanto porque se monopolice la propiedad sino porque se están dando prácticas como el alquiler o la creación de grupos de inversores en tierras.
El informe alerta que es probable que con esas prácticas se acentúe la «degradación ambiental» por lo que se hace necesario «un papel importante» de las políticas públicas.
«El punto focal de los temas de los mercados agrícolas está pasando de la volatividad de los precios al cambio climático, que puede ocurrir y seguirá ocurriendo. Por esom con la concentración de las tierras se tendrá que prestar atención especial a su papel como amortiguador de estos efectos», explicó Jara.