La Organización Mundial del Trabajo (OIT) ha advertido que en todo el mundo los jóvenes tienen tres veces mayores probabilidades de estar desempleados que los adultos, mientras más de 75 millones de jóvenes buscan trabajo en el planeta.
La OIT ha insistido sobre el riesgo de una generación de trabajadores jóvenes «marcada» por una mezcla peligrosa de alto desempleo, creciente inactividad y trabajo precario en los países desarrollados, y de un aumento de trabajadores pobres en el mundo en desarrollo.
Según el informe de esa organización, titulado «Panorama mundial del empleo: perspectivas poco prometedoras para los jóvenes en el mercado laboral», las tasas de desempleo entre los jóvenes se deteriorarán aún más a nivel mundial a medida que las consecuencias de la crisis del euro se propaguen a las economías emergentes de América Latina y Asia oriental.
«Sólo en las economías desarrolladas se prevé una disminución de las tasas de desempleo juvenil durante los próximos años”, señaló Ekkehard Ernst, responsable de la Unidad Tendencias del Empleo de la OIT.“Por otro lado, esas son las economías donde se ha registrado el mayor aumento del desempleo juvenil».
En este sentido, la OIT considera que las nuevas previsiones muestran una disminución gradual de la tasa de desempleo juvenil en las economías desarrolladas de 17,5% este año a 15,6% en el 2017 (en España las cifras son del 40,18% -de 16 a 29 años- y del 53,27% -de 16 a 24 años-).
La cifra es mucho más alta que la tasa de 12,5% registrada en 2007, antes del comienzo de la crisis y advierte que gran parte de la disminución de la tasa de desempleo juvenil no se deberá a mejoras en el mercado laboral, sino más bien al hecho de que un gran número de jóvenes dejará de buscar trabajo. Estos jóvenes desalentados no se contarán como desempleados.
Por otro lado, el informe indica que la disminución prevista del desempleo juvenil en las economías desarrolladas no será suficiente para reducir la tasa global ya que en 2017 el desempleo juvenil mundial se situará en 12,9%, 0,2 puntos porcentuales por encima de las previsiones para el 2012.
Está previsto que el impacto de la crisis del euro se extenderá más allá de Europa para afectar las economías de Asia Oriental y América Latina debido a la disminución de las exportaciones hacia las economías avanzadas.
En África del Norte y el Oriente Medio se estima que las tasas de desempleo juvenil permanecerán por encima del 25% durante los próximos años y hasta podrían aumentar aún más en algunas partes de esas regiones.
En Asia Oriental las previsiones indican que las tasas de desempleo juvenil aumentarán de 9,5% para este año a 10,4% en el 2017. Se esperan pocos cambios en América Latina y el Caribe y también en África Subsahariana.
La OIT asegura que es fundamental apoyar a los trabajadores jóvenes porque aportan enormes beneficios a los países que incluyen en sus políticas iniciativas para incentivar el empleo juvenil así como propuestas sobre formación ya que, con estas medidas, «podrían ayudar a sacar de la calle a quienes buscan trabajo e integrarlos en actividades útiles, proporcionándoles así protección contra futuras crisis económicas».
El informe advierte que «aún en los países que registran las primeras señales de recuperación del empleo y donde se presentan nuevas oportunidades de trabajo, muchos jóvenes desempleados tienen dificultades para encontrar trabajo”.
Por ejemplo, un trabajador de la construcción que perdió su empleo a causa del colapso del mercado inmobiliario puede no poseer las calificaciones necesarias para encontrar trabajo en otros sectores.
Eso produce desaliento y un aumento de las tasas de «ni-ni» (no trabajan, ni estudian ni reciben formación) entre los jóvenes.
«En tiempos de presión sobre las finanzas públicas puede ser percibido como otra carga pesada, pero será inferior a los costos adicionales que generan los jóvenes cuando están desempleados durante un largo tiempo, además de que cada vez más pierden más contacto con el mercado laboral», dijo el documento.
(Tomado de Rebanadas de Realidad de Argentina)