Edgar Aguilar es investigador con Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ). Ha analizado a profundad el tema de la ENEE. El equipo de Revistazo platicamos con él para saber cómo ha quedado el tema de los contratos con empresas generadoras de electricidad.
- ¿Cómo se encuentra actualmente la ENEE?
La ENEE sigue en la misma situación precaria que se ha evidenciado en las últimas décadas: altas perdidas de energía, altos niveles de mora, costos elevados de generación producto de procesos de contratación no competitivos y opacos, entre otros.
Con el cambio de gobierno, hubo también un cambio en la administración de la ENEE, lo que ha representado un cambio en la visión y estructura de la estatal y también en su participación en el mercado.
Con la Ley General de la Industria Eléctrica la empresa iba encaminada a la escisión, que es la separación de sus diferentes actividades de generación, distribución, y transmisión, y la apertura a la participación de otros actores en estas actividades para la competencia. En el gobierno anterior esta ley no se aplicó en su totalidad sino de forma discrecional, se podía intuir que se aplicaría lo mandado en esa ley.
Pero la nueva administración de forma clara rechazó la escisión y se ha reafirmado que la ENEE se mantendrá como una compañía verticalmente integrada y con inversión pública mayormente en el subsector. Esto fue habilitado mediante la “Ley Especial para Garantizar el Servicio de la energía eléctrica como un bien público de seguridad nacional y un derecho humano de naturaleza económica y social”. La misma ley mandó a la revisión o “renegociación” de contratos de generación.
- ¿Porque buscan renegociar los contratos? ¿Qué beneficio esperan?
El pago por generación de energía es uno de los gastos más altos de la ENEE cada mes. Solo de marzo a mayo los costos de generación promedio fueron alrededor de $443 millones (casi L 11 mil millones). Además, actualmente, en la tarifa que pagan los usuarios el 66.63% corresponde a gastos de generación.
Las irregularidades en los contratos de generación han sido traídos a la atención pública en los últimos años. ASJ ha señalado esto y durante los últimos años ha expuesto 27 contratos con irregularidades. Es indudable que esto tiene un impacto en las finanzas de la estatal y el bolsillo de los usuarios, aunque todavía se desconoce el alcance.
Bajo la suposición que las irregularidades en los contratos aumentan en gran medida los costos de generación y la tarifa de los usuarios, la nueva administración de la ENEE hizo este su punto inicial para trabajar por soluciones a los diferentes desafíos que tiene la empresa.
Sin embargo, hasta el momento se desconoce si existen análisis del impacto que exactamente estas irregularidades tienen en los costos de generación y en la tarifa.
- Ya venció el plazo para la renegociación, pero aún no hay acuerdo. ¿Qué pasó?
La “Ley Especial para Garantizar el Servicio de la energía eléctrica como un bien público de seguridad nacional y un derecho humano de naturaleza económica y social” establecía 60 días después de su publicación para la renegociación de contratos. En ese tiempo la ENEE presentó una propuesta y las generadoras contrapropuestas, pero no llegaron a un acuerdo.
Durante este tiempo no hubo muchos espacios de rendición de cuentas a la sociedad y medios de comunicación y se desconoce mucho de lo que se conversó en cada mesa de negociación. Tampoco hay mucha claridad de los parámetros que la ENEE persigue en lo que serían “contratos aceptables”.
El plazo de 60 días fue bastante ambicioso. Especialmente con una nueva administración de la ENEE, en estas negociaciones había una asimetría en el nivel de conocimiento e información que podría lograr cerrar acuerdos justos.
- ¿Aún hay esperanzas para lograr mejores contratos con las generadoras?
Algunos ven estos 60 días como otro intento fallido, pero la gerencia de la ENEE ha anunciado que esta ha sido nada más la primera etapa de la negociación y que a esto le seguirá la evaluación de una “Comisión Nacional de Auditoría”, establecida el pasado 12 de julio. Esta comisión, se supone, evaluará a detalle los costos financieros, costos fijos de operación y mantenimiento, y otros de cada empresa de generación. El comunicado de la ENEE dice que “con base en los resultados de dicha auditoría integral, la ENEE tendrá los nuevos elementos para fortalecer esta propuesta de precios justo por kilovatio hora para cada uno de los contratos y tecnología” y que esperan sea aceptada por los empresarios.
Queda observar la labor de la Comisión Nacional de Auditoria y luego los resultados. Desde mi punto de vista, esto va a generar información que si es bien usada puede resultar en un acuerdo justo. Si la ENEE y las generadoras tienen el mismo grado de información y conocimiento sobre los diferentes costos, además de las irregularidades observadas en el contrato, posiblemente se lleve a un acuerdo que ambas partes apoyen.
En este proceso es crucial el acceso a la información, la rendición de cuentas, y el acompañamiento de sociedad civil. Entes no directamente involucrados pueden ayudar a traer confianza en este delicado proceso que también manda señales que pueden desincentivar la inversión privada en el país.
Por otra parte, lo otro que puede pasar es que la ENEE quiera forzar algo en las generadoras. Algunos le temen también a la expropiación, ya que la nueva ley deja espacio para esa interpretación.
También, puede pasar lo que ha pasado antes, cuando estos procesos se empiezan y luego se dejan inconclusos.
- ¿Cuáles son algunos factores clave para que este proceso sea un éxito?
El proceso de renegociación de contratos debe de tener dos principios en mente: 1. garantizar precios justos para los consumidores, y 2. proteger el Estado de derecho y la seguridad jurídica para no desincentivar la inversión en el país, especialmente en el subsector eléctrico.
En ese sentido, para la renegociación de contratos es necesario que se cree y publique un mapa bien detallado del proceso, los criterios y principios de la renegociación, y los compromisos que el Estado hace tanto con las empresas como con los ciudadanos. Con las empresas, por ejemplo, esto debería de incluir el compromiso a pagar todas las cuentas pendientes, estableciendo fechas y el compromiso a no expropiar. Con los ciudadanos el compromiso de garantizar calidad y buenos precios.
Lo más importante es aprender del pasado y no repetir la historia en el futuro. La situación incómoda de renegociación de contratos actualmente es en gran parte el producto de procesos de contratación no ejecutados de acuerdo con la ley, apresuradamente, y sin competitividad. Los futuros procesos de contratación deben hacerse mediante licitaciones públicas e internacionales, con la veeduría de sociedad civil, y con la participación de varios actores en las mismas condiciones. Cabe mencionar, que es importante identificar quienes en el pasado cometieron delitos y que sean traídos a rendir cuentas.