El Almacén Central de Medicamentos (ACM) ha sido durante décadas un coto privado para los ‘negocios’ e ‘intereses’ de sus administradores. “Todo el mundo sabía lo que allí ocurría, era un secreto a voces”, afirma a Revistazo Dulce María Blanco, Secretaria de la Junta Directiva del Colegio Químico de Honduras. Este centro se ha visto inevitablemente inmerso en el escándalo del ACM al ser, desde que la Secretaría de Salud creó un Código de Salud en 1992, el lugar donde se analizan los fármacos que salen del ACM con destino a clínicas y hospitales.
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Desde el laboratorio se defienden mostrando sus informes de calidad. “Nunca nos han ofrecido dinero o hemos tenido presiones para que diéramos validez a un medicamento de mala calidad”, afirma la Dra. Narda de Nazar, presidenta de la Junta Directiva mientras nos acompaña a la sala de reuniones donde nos esperan varios miembros de la Junta Directiva y personal del Laboratorio Químico.
“Todo el personal que trabaja aquí es honrado y con muchos años de trabajo a sus espaldas. Tenemos un historial de pulcritud en todos los análisis que hemos hecho y todo está documentado”, afirma. “Nosotros siempre hemos apoyado a la Secretaria de Salud y vamos a seguir haciéndolo porque todos somos hondureños y lo que hacemos repercute en el bien del país”, argumenta la Dra. De Nazar. Desde esta junta se enorgullecen de una “gestión trasparente”.
“Los dictámenes por nuestra parte han sido negativos en cuanto a determinados fármacos es evidente que la responsable de seguir comprando medicamentos de baja calidad a farmacéuticas sospechosas de malas praxis es la Secretaria de Salud de Honduras, no el laboratorio químico”, señala la Doctora Marta Rodríguez, directora del laboratorio. “No nos corresponde a nosotros denunciar públicamente qué medicamento es válido y cuál no, porque las farmacéuticas- al igual que la Secretaria de Salud- son clientes nuestros, por lo que tenemos que guardar confidencialidad”, recuerda la Dra. Rodríguez. Revistazo tuvo acceso a varios informes elaborados por el Laboratorio Químico (correspondientes al 30 de abril de 2013). No todos son favorables. Algunos medicamentos procedentes del ACM no superan las pruebas de calidad. Aquí vamos a incluir las pruebas de los documentos escaneados “El Laboratorio Químico siempre, en caso de darse un caso de un medicamento de mala calidad, informaba sólo a la Secretaria de Salud y nunca a la farmacéutica, a pesar de que también son clientes nuestros”, finaliza Marta Rodríguez.
“El laboratorio realiza los análisis pertinentes de todos los medicamentos que envían desde el ACM; una vez analizados enviamos el informe correspondiente- negativo o positivo- de los medicamentos”, comenta Marta Rodríguez, directora del Laboratorio. “Nuestra función es meramente técnica, la decisión final de si un medicamento rechazado es distribuido o no queda en manos de la Secretaria de Salud y del ACM”, señala la Dra. Debbie Hernández, directora de Garantía de Calidad. “No ha habido inoperancia o mala praxis por nuestra parte”, sentencia.
Nunca nos han ofrecido dinero o hemos tenido presiones para que diéramos validez a un medicamento de mala calidad” |
En el Laboratorio Químico analizan medicamentos tanto nacionales como extranjeros. “Hemos encontrado más deficiencias en los medicamentos de empresas hondureñas que en los de empresas extranjeras; pero esto es debido a que se compran más a empresas locales… es pura estadística”, afirma la directora del Laboratorio Químico. “El problema reside en que se sigue comprando a las mismas empresas con historiales ‘oscuros’”, vuelve a señalar.
¿Qué intereses hay detrás de dar licitaciones a ciertas farmacéuticas sabiendo que sus productos no son de buena calidad? La Doctora Mirtha Escobar, ofrece algunos motivos. “Son medicamentos producidos en China, Taiwan o India que se empacan aquí y lo venden al gobierno como ‘fabricados’ en Honduras sin ningún tipo de control sanitario”, sentencia la doctora. “Debemos ser más exigentes y tener acceso a medicamentos de calidad que no atenten contra la salud de las personas”, señala. “Es un atentado grande distribuir medicamentos que no sirvan para nada”.
Más allá de que existan tratados de confidencialidad, que impiden denunciar a las farmacéuticas, “la intención del Laboratorio Químico es ejercer presión a la Secretaria de Salud para que dejen de comprar medicamentos a empresas con historiales negativos”, señala Narda de Nazar.
Una de las quejas por parte del Laboratorio Químico hacia la Secretaría de Salud y al Almacén Central de Medicamentos es que “nuestro personal fuese directamente al ACM a recoger muestras de todos los medicamentos”, señala la Doctora Marta Rodríguez. En el pasado, era el propio ACM el que enviaba al laboratorio los medicamentos que se debían analizar; “pero no nos enviaban muestras de todos los que les llegaban”, afirma la doctora. El envío de los medicamentos y cuáles eran enviados a analizar dependían, exclusivamente, del criterio de la administradora. “Nosotros sólo tenemos constancia de los productos que llegan aquí para analizarlos no los que están en las bodegas del ACM”, puntualiza. Además, una vez analizado el medicamento y comprobado su ineficacia es “el ACM y la Secretaria de Salud el que debe deshacerse de ellos; si los distribuyen a los hospitales o a las clínicas no es responsabilidad de este Laboratorio. Nuestro trabajo es otro”, recuerda la doctora Rodríguez. “No estamos implicados en el escándalo del almacén”.
Miembros de la Junta Directiva del Colegio Químico reciben a Revistazo en la sede del Laboratorio Químico. |
Falta de pagos
Los medicamentos deben ser verificados y pasar una cuarentena antes de distribuirse a hospitales y prescribirse a pacientes y “esto era algo que antes no siempre ocurría”, denuncia el ingeniero Guillermo Mejía, miembro de la Junta Directiva del ACM, instalada recientemente como parte de la reestructuración de esta institución.
Además, los auditores manejan casos en los que había evidencias de que varios medicamentos estuvieron almacenados en las bodegas del ACM hasta seis meses esperando el visto bueno del Laboratorio Químico. “Si no se paga por el estudio que determina si el medicamento está en óptimas condiciones para ser distribuido el laboratorio no comenzará a procesarlo. En ocasiones no se pagó ese estudio y los lotes se colocaron en las bodegas y permanecieron en las bodegas. Esto se llama inoperancia”, sentencia tajante el ingeniero Mejía. Por parte del ACM nunca se presionó a las farmacéuticas para que abonasen los costos de las pruebas de calidad por lo que el tiempo de uso de los medicamentos, al final, se acababa reduciendo.
Esta versión es corroborada por parte del Laboratorio Químico. “Las farmacéuticas o el ACM son los que deben abonar para que esos medicamentos se analicen; hasta que el pago no se haya realizado nosotros no procedemos porque tenemos precedentes en los que se han analizado los medicamentos y nunca se abonaron nuestros servicios”, afirma la Dra. Debbie Hernández.
“Tenemos confianza total en la Dra. Roxana Araujo- Ministra de Salud- después de la intervención del ACM. Ella ha tenido el valor de hacer lo que nadie antes se había atrevido. El almacén era un feudo mafioso”, responde la Dra. Blanca.
