Doris Madrid, la candidata del pasado oscuro que también tiene un presente transparente

Tegucigalpa.- En enero de 2016, cuando el Congreso Nacional se resistía a aceptar su renuncia como comisionada presidenta del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), la abogada Doris Imelda Madrid Zerón dijo que dimitía porque quería dedicar tiempo a su vida privada.

 

Pero aquel deseo de pasar de lo público a lo reservado ha durado poco para la ahora candidata a Fiscal General, quien el pasado 30 de abril se auto propuso para uno de los cargos más importantes del Estado.

Madrid – originaria del municipio de Florida, Copán y de 63 años – ha generado mucho ruido desde que confirmó que iba a competir por la silla que está por dejar su colega, Oscar Fernando Chinchilla, cuyo período vence en septiembre.

Esa bulla que hay ahora en torno a ella, y de la que quería alejarse en 2016, es una inseparable compañera en su vida profesional y personal, marcada por muchos acontecimientos de un pasado ligado a acontecimientos oscuros y un presente que puede considerarse distinto.

Abogada de los militares de la guerra fría

Su trayectoria como abogada penalista, especialmente a finales del siglo pasado, está marcada por la representación legal de personas relacionadas con la violación de derechos humanos.

Aunque ahora es soltera por viudez, su primer matrimonio fue con un militar, de donde provienen sus excelentes relaciones con esta clase social de Honduras. El coronel Roberto Núñez Montes, ex miembro del G2 (Inteligencia militar), fue su esposo.

En la década de los 90s, después de la guerra fría y tras la publicación del Informe “Los hechos hablan por sí mismos” publicado por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Leo Valladares, ella encabezó la defensa técnica de militares a los que el Ministerio Público – la institución que ahora aspira a dirigir – más perseguía en aquella época.

 

Ver reportaje de diario El Heraldo

 

En aquel tiempo representó procesalmente a los coroneles Alexander Hernández, Juan López Grijalba y Manuel Trejo, entre otros. Estos militares fueron acusados por la Fiscalía de Derechos Humanos por la privación de la libertad de seis estudiantes universitarios en 1982.

Los militares defendidos por Madrid fueron absueltos por la justicia hondureña y ella ha comentado en entrevistas recientes que los resultados favorables de esos juicios se deben a que las pruebas de la Fiscalía no vinculaban a sus clientes con los hechos criminosos por los que lo acusaban.


 

 


 

Nacionalista de hierro

Pero sus vínculos no sólo se han resumido a grupos militares, sino también a los círculos políticos. Madrid Zerón es una reconocida militante del conservador Partido Nacional de Honduras, institución que la ha invitado a participar en distintos cargos siendo gobierno, contando con el padrinazgo del ex presidente Porfirio Lobo Sosa y del ahora presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva.

Incluso, para la campaña presidencial del ex líder nacionalista, Ricardo Maduro Joest, Madrid Zerón participó como candidata a diputada por su natal departamento de Copán. Ella ha confesado que como la relegaron a la cuarta casilla y no le dieron la primera, renunció.

Pero además, en administraciones nacionalistas ha trabajado como Jefe de Recursos Humanos de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (HONDUTEL), institución que por muchos años fue manejada por militares, según lo detalla en su Curriculum Vitae presentado al postularse como candidata a fiscal general.

En el gobierno de Porfirio Lobo Sosa la nombraron Secretaria General de la Secretaría de Finanzas y en el mismo período, a propuesta del mandatario, el Congreso Nacional la escogió presidenta del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), la institución encargada de hacer cumplir la Ley de Acceso a la Información Pública, ley que una vez violó negándose a entregar información pública solicitada por un periodista en relación un contrato entre el Ministerio de Defensa y una empresa denominada Latincom. 

 

Ver reportaje completo en Revistazo.com

 

Del oscurantismo a la transparencia

Y es precisamente en el IAIP en donde Madrid Zerón vuelve a la palestra pública como funcionaria, esta vez con aparentes signos de independencia, que parecían distanciarla de los compromisos con los grupos que la llevaron a esa posición.

A finales de 2014, cuando estaba terminando el gobierno de Porfirio Lobo Sosa, el Congreso Nacional, que presidía el diputado Juan Orlando Hernández, aprobó una serie de instrumentos jurídicos, entre las que se encontraba la Ley de Secretos Oficiales.

La ley que limitaba la divulgación de información sobre todo del manejo de fondos relacionados con la Seguridad y la Defensa fue aprobada. Pero Doris Madrid, desde su cargo como comisionada de Transparencia y por considerar que fomentaba la corrupción, la criticó duramente, así viniera de sus correligionarios nacionalistas, que la impulsaron.

 

Ver reportaje en Revistazo.com

 

Este tipo de posturas y otras riñas con influyentes personajes del gobierno, como Ebal Díaz – a quien requirió por intentar trasladar a una empresa privada una base de datos del Registro Vehicular que contenía información privada de los contribuyentes - significó para ella un divorcio político con Juan Orlando Hernández, que la marginó mientras otros líderes de ese partido la sometieron a crueles prácticas de intimidación.

También en octubre de 2015, Madrid Zerón tuvo un pugilato con el presidente de la Junta Nominadora de candidatos a magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Ricardo Rodríguez, a quien amenazó con sanciones por dejar de publicar información referente al proceso, como las actas de la asamblea en que los nominadores fueron electos, entre otros documentos.

 

Ver reportaje completo en Judileaks

 

Con todos estos episodios, lo que hubo fue una relación tensa entre el poder y Madrid Zerón, quien encabezó la más beligerantes administración del IAIP, que exhibió a los responsables de instituciones obligadas a difundir la información que por ley debe ser pública, al tiempo que reconoció los esfuerzos de quienes actuaron transparentemente.

Y así, con dos tipos facetas, la profesional del Derecho enfrenta el desafío personal de convertirse en fiscal general, a través de una candidatura apoyada por su amigo Porfirio Lobo Sosa, al que se ha sumado la fuerza del presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, de acuerdo a versiones de personas que siguen de cerca esta elección.