Cerca de 3 mil personas habrían muerto a causa del tratamiento inadecuado o inexistente que recibieron en el IHSS bajo la dirección de Mario Zelaya.
El saqueo al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) es considerado por muchos hondureños como el acto de corrupción más grande ocurrido en el país en los últimos tiempos. Mucho se habla de los millones que se robaron los delincuentes, pero al profundizar en el tema, se puede establecer que el perjuicio no fue solamente material, sino que también se agravaron los padecimientos de varios pacientes.
El robo al IHSS provocó que las clínicas y hospitales de esta institución que se alimenta de las aportaciones que hacen los trabajadores y patrones, se quedaran sin los recursos necesarios para la compra de medicinas, equipos, reactivos y demás materiales requeridos para el tratamiento de los pacientes.
En mayo de 2015, el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ) denunció que 2,800 pacientes murieron en el IHSS entre el 2010 y 2014 por falta de atención médica. El 4 de junio del 2015, el diputado por el Partido Libertad y Refundación (Libre), Francisco Javier Paz y el apoderado del MADJ, Leopoldo Romero, se presentaron al Ministerio Público para denunciar y exigir que se investiguen esas muertes.
Tal es el caso de la actriz del cine hondureño, Sandra Ochoa, protagonista de la película “Quien Paga la Cuenta”, quien falleció el 28 de noviembre de 2015 por la supuesta falta de medicamentos oncológicos en el IHSS. En diciembre de 2013 Sandra comenzó a padecer de tos y visitó el centro asistencial, nunca pensó que se trataba de algo grave, pero ahí le diagnosticaron un tumor cancerígeno.
Con la fe de vencer la enfermedad inició un proceso de quimioterapia, pero al poco tiempo supo que no podría seguir el tratamiento porque la sala de oncología del IHSS sufría carencias de medicinas, productos que por su valor monetario ella no podía comprar.
“Regresé de nuevo a iniciar las quimio como el año pasado, pero no hay medicamento y realmente uno sale de ese seguro horrible, con una decepción, uno sale sin pensar quien tiene culpa”, dijo la actriz de 52 años, en una entrevista concedida a la televisora Azteca Honduras meses antes de fallecer.
En su narración, interrumpida por el llanto, dijo que solo quienes viven la situación se dan cuenta de las deplorables condiciones en que los saqueadores dejaron el IHSS. “Me siento impotente ya nadie se acuerda de uno, todo está terminado, máxime si no tengo el medicamento. Son medicamentos que cuestan hasta 80 mil pesos (lempiras) cada uno y son hasta seis, y de donde uno va comprar, entonces uno debe comenzar a beber tecitos y cosas que le dicen a uno y agarrarse de Dios,” lamentó la actriz, quien murió cinco meses después.
De la crisis provocada en el Seguro Social también fue víctima Félix Amado Cruz, un joven de 18 años, con necesidades especiales, a quien las autoridades del IHSS, bajo la dirección de Mario Zelaya, le retiraron la asistencia médica en el año 2010.
Félix Amado nació con una incompatibilidad sanguínea que le provocó un daño cerebral que lo mantuvo postrado toda la vida. Jamás pudo caminar, pero su madre, cargándolo en brazos, lo trasladaba al IHSS para que recibiera la atención médica que lo mantenía con vida. Sin embargo, en tiempos de la administración de Zelaya, dieron la orden de no seguirlo tratando.
Incompatibilidad sanguínea es el término que utilizan los médicos para determinar la enfermedad hemolítica del recién nacido que se desarrolla cuando la mujer embarazada tiene sangre Rh negativa y el bebé que lleva en su vientre tiene sangre Rh positivo.“Ha sido terrible para mí enterrar a mi hijo a los 18 años de edad sin que el Estado lo protegiera”
-Dijo a diversos medios, la indignada madre
Pero también resultaron afectados los trabajadores que por la gravedad de sus enfermedades fueron incapacitados y no pudieron cobrar el valor que el IHSS debía pagarles. No lo cobraron a tiempo, o solo llegaron a recibir una parte.
Fue hasta enero de 2015 que la Junta Interventora del IHSS inició con el pago de las incapacidades dejadas de cancelar en la administración Zelaya y desembolsando un total de 28 millones 770 mil 194 lempiras, pero la falta de recursos económicos provoca que estos pagos se realicen en forma retrasada hasta la fecha.
En diciembre de 2016 las autoridades autorizaron el pago de 30 millones 295 mil 462 lempiras, correspondientes a 7,151 incapacidades que los médicos les otorgaron a los trabajadores enfermos a lo largo de ese año. No obstante, a la fecha muchos, incluidas mujeres incapacitadas por maternidad, siguen sin cobrar ese beneficio.
La Comisión Interventora del IHSS ha tomado medidas para mejorar la situación desastrosa que dejó Mario Zelaya y su círculo. Sin embargo, Revistazo visitó recientemente el hospital del Seguro Social en el barrio La Granja, en Comayagüela y confirmó que los derechohabientes siguen sufriendo las secuelas del latrocinio.
Por ejemplo, a don Francisco García, el médico que le atendió en la consulta externa le recetó cinco medicamentos. Llegó a la farmacia para retirarlos, pero ahí solo le entregaron dos. “Mire, este no hay, vale más de mil lempiras, una cajita y me toca comprarlo”, sostuvo este hombre, quien aportó parte de su salario a esta institución durante toda su vida laboral.
Pero doña Isolina Medina, va más allá, al mencionar que tiene en su poder recetas que los médicos le entregaron en 2015 y que por falta de abastecimiento todavía no ha logrado retirar de la farmacia del Seguro Social. “Y son medicinas baratas”, afirmó cuando salía de consulta, sosteniendo en sus manos varias recetas de medicamentos que no le fueron entregados por falta existencias.
Entre tanto, Alfredo Corea y su esposa llegaron al Seguro Social con su hijo enfermo, pero en el centro asistencial no les ofrecían condiciones dignas para ser atendidos. “Todos estos días ha estado mal, lo hemos llevado a emergencia y no lo ingresan”, dijo Alfredo, en diálogo con Revistazo.
En tono molesto, Afredo dijo que el médico que los atendió recomendó ingresar el niño al hospital, pero que una doctora se negó a hacerlo.
En cambio, Leila Servellón, también abordada por este medio de comunicación, informó que la situación es difícil, pero que hubo tiempo en que “las farmacias estaban solas, uno llegaba y no habían medicina. Por ejemplo, este medicamente es controlado y caro y me tocaba comprarlo”, indicó.
Para ella, muchas personas que llegan al IHSS para curarse de las enfermedades todavía desconfían de la medicina que allí les dan. “Tengo amigas que no se toman el medicamento del seguro porque dicen que son de harina”, sostuvo Leila.
Revistazo también platicó con Marlen Fúnez, quien durante siete meses tuvo que soportar los dolores que le generaba una hernia. “Casi me muero, yo venía con dolor y no me hacían caso, siempre me decían que esperara y así estuve hasta que me operaron”, refiere.
La cobertura del saqueo al Instituto Hondureño de Seguridad Social está fragmentada en centenares de notas y miles de datos. Este especial facilita el seguimiento de cada faceta, los procesos, implicados, y es un recursos para que los ciudadanos puedan estar mejor informados sobre el caso que conmocionó a Honduras.